Fernando Pérez SotoCamponaraya (León), 27 ene .- La campeona del mundo de halterofilia Lydia Valentín ha sido distinguida hoy, como premio inesperado en el colofón al homenaje tributado en su localidad natal, Camponaraya, el título de "Leonesa del año 2017" que le ha comunicado el periodista Luis del Olmo.
Esta ha sido la guinda a un homenaje más que recibe la doble medallista olímpica, precisamente como reconocimiento tras sus dos últimas preseas recibidas, la mundialista y la plata de Pekín 2008 el pasado 16 de enero, en este caso ante sus vecinos que, en número de más de 300 han llenado el recinto ferial de la localidad berciana.
Un acto que ha preparado el Ayuntamiento de Camponaraya y en el que ha estado presente el director general de Deportes de la Junta de Castilla y León, Alfonso Lahuerta, así como el presidente de la Federación Española de Halterofilia, Constantino Iglesias.
A través de tres vídeos, en los que la homenajeada no ha podido evitar que le surgieran las lágrimas en más de una ocasión, han pasado sus entrenadores Isaac Álvarez, Matías Fernández, así como muchos de sus compañeros de entrenamiento, amigas y, para concluir con este acto emotivo, su propia familia, sus padres Estrella y Luis, junto con sus hermanas Macarena y Diana.
En el capítulo de intervenciones, su "descubridor" a la más tierna edad en la pequeña localidad berciana de poco más de 3.500 habitantes, Isaac Álvarez, que se la arrebatara al baloncesto, ha destacado su "honestidad, sacrificio y talento", además de recordar el empeño que tiene el Consistorio de Camponaraya porque Lydia Valentín pueda obtener el "Premio Princesa de Asturias del Deporte".
Tras las imágenes del Centro de Alto Rendimiento Blume de Madrid, donde la haltera ha pasado 18 años de su vida entrenando, ha intervenido el presidente de la Federación Española, Constantino Iglesias, que ha recalcado que Lydia "tuvo un sueño, creyó en él y lo ha perseguido", y ha valorado la lucha que ha vivido contra "los países tramposos, por lo que es la imagen de un deporte limpio".
Después ha intervenido el director general de Deportes de la Junta de Castilla y León, que ha resaltado lo que sus éxitos deportivos han supuesto "para el deporte femenino y minoritario", además de destacar como grandes virtudes "su memoria y la verdad", por lo que le ha calificado como su trayectoria como "un pasado limpio, un presente transparente y un futuro fiable".
Con las imágenes de su familia y las palabras de su padre en las que, con un nudo en la garganta, ha afirmado que "lo mejor de Lydia es la persona", el alcalde de Camponaraya, Eduardo Morán, ha reiterado que "nunca se aprovechará de su imagen para obtener rentabilidad política", al tiempo que ha aclarado que el lugar elegido para el homenaje fue donde su pueblo siguió la medalla de Río.
Morán ha afirmado que la haltera siempre será "la bandera y el icono" de la localidad "que esta en deuda con ella".
La entrega de una placa conmemorativa del acto y un ramo de flores por parte de dos jóvenes deportistas de la Escuela de Halterofilia de Camponaraya fue el preámbulo de las emocionadas palabras de la homenajeada que no ha podido contener las lágrimas, pero que se ha quedado, ha dicho, "con que se haya destacado más el valor personal, que el del deportista que tiene fecha de caducidad".
Con la llamada telefónica que no esperaba la triple campeona olímpica -está pendiente de recibir el oro de Londres 2012-, mundial y europea, en la que se le comunicaba su enésimo reconocimiento, en este caso como "Leonesa del Año", concluía un acto que arrancaba con su entrada a la sala bajo los acordes de la música de "Rocky", toda una declaración de intenciones para una luchadora incansable.