Sustituto de Miguel Cardenal, José Ramón Lete Lasa (San Sebastián, 1957) llegó al Consejo Superior de Deportes el 23 de noviembre de 2016 con la experiencia de haber sido jugador de baloncesto en clubes como Estudiantes, CAI Zaragoza, Breogán de Lugo, Obradoiro y Bosco de Vigo y luego consejero de Deportes de la Xunta en dos ocasiones y entre ellas en la comunidad de Madrid.
La moción de censura que acabó a principios de junio con el gobierno de Mariano Rajoy impide a Lete cumplir su propósito de que la nueva ley del Deporte inicie después del verano su tramitación en Cortes. Tras el consenso parlamentario para contar con una nueva norma que actualice la de 1990 y el debate hecho con todos los sectores implicados la presentación de su borrador estaba prevista para hoy mismo en el Senado.
En pleno Mundial de fútbol y con los Juegos Mediterráneos de Tarragona a punto, Lete se marcha con las becas ADO para Tokio 2020 distribuidas para este año para 331 deportistas y con medidas impulsadas para combatir la violencia vinculada al deporte, especialmente al fútbol por los graves sucesos ocurridos en febrero en Bilbao, donde un agente de la Ertzaina murió durante enfrentamientos de aficionados del Spartak ruso y el Athletic.
El fútbol ha sido uno de los deportes que más quebraderos de cabeza le ha causado en su mandato, pese a que una de las primeras cosas que hizo fue desbloquear el proceso electoral de la federación, que llevaba más de un año de retraso.
La aprobación del reglamento y el calendario electoral de ésta permitió por fin poner una fecha para unos comicios (22 de mayo) con los que se pretendía normalizar la situación sin poder imaginar que tras ellos llegaría la crisis institucional más importante del fútbol español.
Desde la presidencia del CSD Lete fue testigo del registro que la Guardia Civil hizo en la sede de la RFEF y de la detención de quien la había presidido durante casi treinta años, Ángel Villar, además de su número dos, Juan Padrón, y el hijo del primero.
El ingreso en prisión preventiva acusados de presuntos delitos de administración desleal, apropiación indebida y/o estafa, falsedad documental y corrupción entre particulares llevó a que la Comisión Directiva del CSD suspendiera temporalmente (un año) del cargo a Villar, luego destituido por el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD).
Lete impulsó que este órgano revisara y cambiara una decisión adoptada previamente sobre la corrección del proceso electoral para que éste se repitiera, no en su integridad como él pretendía sino en la elección de presidente, y desembocara en la victoria en las urnas de Luis Rubiales sobre Juan Luis Larrea.
También el baloncesto le causó más disgustos que alegrías de despachos, porque no pudo ver un acuerdo entre FIBA y Euroliga para acabar con el problema de las ventanas reservadas a las selecciones, aunque sí presenció cómo dos deportistas españoles subieron de nuevo al podio en unos Juegos Olímpicos de Invierno.
Los bronces de Regino Hernández en la modalidad de boardercross de snowboard y de Javier Fernández en patinaje artístico, junto a la plata de Jon Santacana y Miguel Galindo y el oro de Astrid Fina en los paralímpicos de PyeongChang marcaron fechas inolvidables en el periodo presidencial de Lete que ahora concluye.