José Antonio Diego
Glasgow, 3 mar .- Las brumas de Glasgow no han restado brillo a la medalla de oro conseguida este domingo, a resguardo en el Emirates Arena, por Ana Peleteiro en la final de triple de los Europeos en pista cubierta, adornada con un soberbio récord de España: 14,73 metros.
La gallega le ha tomado el gusto al podio internacional con las mayores, siete años después de su título mundial júnior en Barcelona, y en el lapso de apenas un año se ha colgado dos medallas de bronce: una en los Mundiales bajo techo y otra en estos Europeos de Berlín, y esta de oro.
Su entorno mantiene una discreción absoluta sobre sus orígenes, que tal vez ignore su propia familia de adopción. Sus padres gallegos no son, evidentemente, los biológicos, pero Ana nació en Viveiro y tiene un acento indiscutiblemente gallego, aunque se declara orgullosa de su "sangre africana".
Se inició en el atletismo con 6 años en las escuelas de Ribeira, donde tuvieron ocasión de apreciar sus incipientes cualidades María José Martínez Patiño y Carlos Adán, dos destacados exatletas. Llegó a ser subcampeona gallega infantil de cross, pero pronto quedó de manifiesto que su futuro estaba en los saltos horizontales. En los ejercicios a pies juntos ganaba claramente a todas.
Después de su primera explosión, en los Mundiales júnior de Barcelona, Ana, deslumbrada por el éxito y su gancho mediático, se estancó en una travesía del desierto que duró casi cuatro años, hasta que conoció al técnico cubano Iván Pedroso.
Después de casi dos años junto a su actual entrenador, el multicampeón mundial de longitud ha logrado transmitirle la garra clásica de la escuela cubana.
Peleteiro ha recuperado la pegada que la llevó, con 16 años, a ser campeona mundial júnior con una marca de 14,17. Pedroso ha tenido buena parte de culpa en la curación.
El exatleta cubano entrena en Guadalajara a figuras mundiales del triple como la venezolana Yulimar Rojas, campeona del mundo, o el portugués Nelson Évora, campeón olímpico en Pekín 2008.
El año 2017 supuso un salto cualitativo en la trayectoria de Peleteiro. Su séptimo puesto en los Mundiales absolutos de Londres obró el milagro de que empezara a creer seriamente en sus posibilidades, y el 3 de marzo pasado logró su primer podio internacional sénior: bronce en el Mundiales bajo techo de Birmingham con su mejor marca hasta entonces: 14,40.
Era la segunda mejor marca española de todos los tiempos, conseguida, además, en la misma pista donde Carlota Castrejana -jefa de expedición aquí en Berlín- se llevó el oro en los Europeos de 2007 con 14,64, el récord con el que ahora ha acabado la coruñesa.
"Peleteiro ha mejorado mucho su potencia y la velocidad, que ya era una de sus grandes virtudes. Ahora tiene que seguir trabajando en pulir la técnica, porque tiene ambición e ilusión para seguir sumando éxitos", asegura Pedroso, cinco veces campeón mundial de longitud bajo techo y cuatro al aire libre.
Ha bajado de peso desde que está con Pedroso. "Cuando empecé con él pesaba 60 kilos, en los Mundiales de Londres del año pasado 59 y aquí vengo con 57 y medio. Me he esforzado en estar ligera de peso, cuidando mucho la alimentación", explicó.
"Iván dice que estoy preparada para lo que yo decida. Hablando con Nelson (Évora, triplista portugués que entrena en el grupo), yo le decía que nunca podría ser como Caterine Ibargüen o Yulimar Rojas (campeona olímpica y mundial, respectivamente), pero él me dijo que cuando compitió en los Juegos de Pekín él era el más bajo, el que no contaba, y sin embargo fue el campeón", recuerda Peleteiro.
En algún momento de su carrera, después del título mundial júnior de Barcelona, perdió un poco el norte, envuelta en una polvareda mediática con solo 16 años. Su incorporación al grupo de Pedroso le dio la pausa necesaria para recuperar la disciplina en el trabajo. Ahora trabaja mucho en los entrenamientos. "Yo era muy vaga, hacía lo justo. Ahora no, si puedo hacer un poco más, lo hago. Lo suficiente como para perderle el respeto a la competición".
Hace tres años Ana estaba en una encrucijada. "Estaba en casa viendo el Europeo por televisión y llorando. Ahora he recuperado la confianza". Los resultados vuelven a atestiguarlo.