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Hassan se consagra como la "reina" del medio fondo con un nuevo récord milla

La holandesa Sifan Hassan se consagró este viernes como la indiscutible "reina" del medio fondo actual, tras establecer en Mónaco, novena parada de la Liga de Diamante, un nuevo récord de la milla con un crono de 4:12.33.

Un tiempo que permitió a Hassan rebajar en 23 centésimas la anterior plusmarca universal en posesión de la rusa Svetlana Masterkova con un crono de 4:12.56 desde el ya lejano 1996.

Y eso que el paso de la holandesa por el ecuador de la prueba -Hassan completó los primeros 800 metros de 2:08.05- no hacía presagiar un nuevo récord, pero Hassan voló en los 806 metros restantes 1.609 metros en un tiempo de 2:04.28, para fijar el nuevo tope mundial en 4:12.33.

Una muestra del excepcional estado de forma por el que atraviesa la holandesa, que ya el pasado 30 de junio estableció en la prueba de la Liga de Diamante celebrada en la pista de la Universidad de Stanford (Estados Unidos) un nuevo récord de Europa de los 3.000 metros con un crono de 8:18.49 minutos.

Tiempo que podría realmente considerarse como un récord del mundo, ya que sólo han corrido en menos tiempo que la holandesa las atletas chinas, el famosísimo "ejercito de Ma", que a comienzos de la década de los noventa pulverizaron la tabla de récords, eso sí, bajo la permanente sospecha de dopaje.

Un récord del mundo que relegó a un segundo plano la no menos sensacional actuación del botsuanés Nijel Amos, que se impuso en los 800 metros con unos espectaculares 1:41.89, la sexta mejor marca de todos los tiempos.

De hecho, ningún atleta había logrado bajar del 1:42 en la prueba a las dos vueltas desde el año 2012, cuando, precisamente, Amos firmó un cromo de 1:41.73 en su intento de seguir el ritmo de David Rudisha en la final de los Juegos Olímpicos de Londres, donde el keniano fijó un estratosférico récord del mundo con un crono de 1:40.91.

Dos actuaciones que servirían para ratificar la etiqueta de mejor reunión del mundo de la que se vanagloria la prueba monegasca, aunque no fueron las únicas de mérito logradas este viernes sobre la pista del estadio Luis II, donde se firmaron otras tres nuevas mejores marcas mundiales del año.

El polaco Piotr Lisek, que la pasada semana se impuso en la reunión de Lausana con un mejor intento de 6,01 metros, estableció un nuevo tope anual, tras vencer este viernes en mónaco con un mejor intento de 6,02.

Por su parte, el marroquí Soufiane El Bakkali fijó una nueva marca mundial del año en los 3.000 obstáculos, tras imponerse en la capital monegasca con un tiempo de 8:04.82, en una prueba en la que el español Fernando Carro estableció un nuevo récord de España con una marca de 8:05.69.

El atleta madrileño rebajó en casi dos segundos -1.75- la anterior plusmarca nacional en posesión de Luis Miguel Martín Berlanas con un tiempo de 8:07.44 desde el 30 de agosto de 2002.

La jovencísima estadounidense Sydney McLaughlin, de tan sólo 19 años, se unió también a la fiesta, al lograr con un tiempo de 53.32 la mejor marca mundial del año en los 400 vallas.

Todo un aviso para la campeona olímpica, su compatriota Dalihah Muhammad, que poseía hasta hoy el mejor registro del curso con un tiempo de 53.61, y sobre todo, para la campeona mundial, la también estadounidense Kori Carter, que tan sólo pudo ser sexta en Mónaco con un crono de 55.63 segundos.

Aunque para aviso, el que dio el veterano Justin Gatlin, el vigente campeón mundial, que se impuso en los 100 metros con un tiempo de 9.91 por delante de su compatriota Noah Lyles -9.92-, que hace apenas una semana antes había deslumbrado en Lausana en los 200 metros.

Mucho más lejos quedó otra de las grandes sensaciones de la temporada, el nigeriano Divine Oduduru, que se quedó muy lejos de los 9.86 que acredita este año, tras ser octavo y último en Mónaco con un tiempo de 10.26.

Quien no falló fue el keniano Timothy Cheruiyot, el líder mundial del año con un crono de 3:28.77, que se impuso en la final de los 1.500 con una marca de 3:29.97.

Apenas medio segundo menos que el noruego Jakob Ingebrigtsen que debió conformarse con la segunda plaza con un tiempo de 3:30.47, en una prueba en la que el fenómeno nórdico demostró que está en disposición de plantar cara a los atletas africanos en los Mundiales de Doha.

Eso sí, el jovencísimo Ingebrigtsen, que cumplirá 19 años el próximo mes de septiembre, no deberá caer en los mismos errores tácticos que cometió este viernes en el estadio Luis II.

Enrabietado por lo ocurrido hace una semana en Lausana, donde lastrado por un conservador planteamiento, no pudo nunca pelear por la victoria con el keniano Timothy Cheruiyot, en Mónaco no dejó escaparse al corredor africano.

Ingebrigtsen no dudó en tomar la cabeza de la prueba a falta de la última vuelta, una arriesgada táctica que acabó por privar al noruego de cualquier posibilidad de victoria, que se quedó sin fuerzas para responder al aceleró que Cheruyot protagonizó a falta de 200 metros para la conclusión de la prueba.

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