El noruego Karten Warholm se convirtió en el gran protagonista de la primera de la dos finales de la Liga de Diamante, al imponerse este jueves en Zúrich (Suiza) en los 400 vallas con 46.92 segundos, la segunda mejor marca mundial de todos los tiempos.
Tan sólo 14 centésimas más que uno de los más legendarios récords del mundo, el logrado en el año 1992 en los Juegos Olímpicos de Barcelona por el estadounidense Kevin Young con un tiempo de 46.78.
Y eso que Warholm, el vigente campeón mundial, no contó en esta ocasión con la oposición del catarí Abderrahman Samba, su gran rival de la distancia, aunque sí con la del estadounidense Rai Benjamin, que logró igualmente bajar de los 49 segundos, tras escoltar al noruego con un crono de 46.98.
Warholm no fue el único en brillar en el estadio de Zúrich, una de las catedrales del atletismo mundial, donde el saltador cubano Juan Miguel Echevarría volvió a confirmar todo el inmenso talento que posee al vencer en la final de longitud con un mejor intento de 8,65 metros.
Un registro que permitió al joven antillano, de 21 años recién cumplidos, conquistar su primer "diamante" en salto de longitud, aunque, por lo visto en la ciudad suiza, Echevarría está destinado a metas mayores.
Empezando por los Mundiales que se disputarán el próximo mes de septiembre en Doha, en los que el cubano partirá como el máximo favorito al oro, tras situarse como líder del año con los 8,65 metros que firmó este jueves en Zúrich.
Una marca que no es la mejor del cubano, que el pasado año ya firmó 8,68 metros y que convierten a Echevarría en el máximo candidato a batir el legendario récord del mundo -8,95- del estadounidense Mike Powell.
Si por algo destaca Echevarria es por su capacidad de alimentar la imaginación de los expertos y aficionados, que aguardan expectantes cada competición del cubano, conscientes de que en cualquier momento puede llegar el salto.
Expectativas que el cubano alimenta no sólo con sus formidables condiciones físicas, las idóneas para el salto de longitud, sino por las increíbles marcas que cíclicamente regala, como el 8,83 ventoso que logró el pasado año en Estocolmo, o el 8,92 que logró, eso sí, ayudado por un vendaval el pasado mes de marzo en La Habana.
Igualmente eléctrica se mostró la bahameña Shaunae Miller-Uibo, que se confirmó como la atleta a batir en los 200 y 400 metros, tras imponerse este viernes en la final del doble hectómetro con unos espectaculares 21,74, la mejor marca mundial en los últimos cuatro años.
Un tiempo que sirvió a Miller-Uibo para arrebatar el "diamante" a la campeona europea, la británica Dina Asher-Smith, segunda con un registro de 22.08, a la campeona olímpica, la jamaicana Elaine Thompson, tercera con 22.44, y la campeona mundial, la holandesa Dafne Schippers, cuarta con 22.46.
Por fortuna para sus rivales, la bahameña, vigente campeona olímpica de los 400, no correrá el 200 en los Mundiales de Doha, donde competirá únicamente en la vuelta a la pista, en la que Shaunae Miller-Uibo también tiene la mejor marca mundial -49.05- del curso.
Liderato que no pudo arrebatar a la bahameña la joven bareiní Salwa Eid Naser, que se alzó primer diamante en los 400 lisos, tras imponerse este jueves en Zúrich con un marca de 50.24, un segundo más que el crono de Miller-Uibo.
Si el duelo entre la bahameña y la bareiní será uno de los platos fuertes de los Mundiales de Doha, no menos atractiva se presenta la prueba de los 100 lisos, en la que el estadounidense Noah Lyles partirá con una ligera ventaja, tras su triunfo de este jueves en Zúrich.
Lyles, que se impuso con crono de 9,98, aventajó en diez centésimas a su compatriota Justin Gatlin, el vigente campeón mundial, que tan sólo pudo ser cuarto en una carrera en la que no estuvo el líder mundial del año, el también estadounidense Chris Coleman, investigado por saltarse varios controles antidopaje.
Tampoco defraudó en Zúrich la holandesa Sifan Hassan, una de las atletas más en forma del curso, que se impuso en los 1.500 con un tiempo de 3:57.08 a la etíope Genzebe Dibaba, la plusmarquista mundial, que sólo pudo ser cuarta con una marca de 4:00.86.
De nada le sirvió tampoco su reciente récord del mundo a la estadounidense Dalilah Muhammad, que se vio superada en la final de los 400 vallas por su joven compatriota Sydney McLaughlin, que se alzó con el diamante con un crono de 52.85 segundos.