El debutante Ibrahim Ezzaydouni, marroquí con nacionalidad española desde diciembre pasado, lamentó haberse quedado "tan cerquita de entrar en la final" de 3.000 m obstáculos y reconoció que regresará de Doha "con un sabor muy amargo".
"Contento con el debut con la selección y en un Mundial, pero me voy con sabor muy amargo al estar tan cerquita de la final. Me habían informado del corte por tiempos y he luchado con todas mis fuerzas, pero me ha tocado la eliminatoria más dura", observó.
"En el primer kilómetro íbamos bien, pero en el segundo el ritmo bajado muchísimo y el último lo han hecho a muerte. He luchado hasta el final, íbamos a trompicones, y me voy un poco triste porque el objetivo era estar en la final".
Lamenta su eliminación porque entiende que "en una final se abre más la posibilidad de que pase de todo, no te juegas nada".
El atleta del FC Barcelona fue el último español en competir. En el penúltimo paso por meta estaba sexto y en los últimos metros adelantó un puesto para acabar en 8:23.99, insuficiente para entrar en la final por repesca.