Primer paso alcanzado, el Reto Pelayo Vida llega pletórico al campo base
Carlos de Torres,Sajama (Bolivia), 5 oct (EFE).- El desafío al Nevado Sajama (6.542 metros) va tomando forma con la llegada "sin novedad y con la moral intacta" de la expedición Reto Pelayo Vida Andes 2019 al campo base, situado a 4.800 metros, donde descansará un día antes de avanzar a la cota de 5.700 y asaltar la cima.,La expedición partió desde la población de Sajama a las 10 de la mañana con rumbo al campo base del Nevado, techo de Bolivia, en un trayecto de 3 horas siempre presidido por el
Carlos de Torres
Sajama (Bolivia), 5 oct .- El desafío al Nevado Sajama (6.542 metros) va tomando forma con la llegada "sin novedad y con la moral intacta" de la expedición Reto Pelayo Vida Andes 2019 al campo base, situado a 4.800 metros, donde descansará un día antes de avanzar a la cota de 5.700 y asaltar la cima.
La expedición partió desde la población de Sajama a las 10 de la mañana con rumbo al campo base del Nevado, techo de Bolivia, en un trayecto de 3 horas siempre presidido por el "doctor Sajama", denominado así por los pobladores de la zona porque a su alrededor crecen multitud de plantas medicinales.
Un día para aproximar la vista y la mente al coloso boliviano que luce estos días un enorme manto blanco desde su cumbre hasta la mitad de su inmensa pared.
El boliviano Marco Capriles, jefe de cordada, con 23 ascensiones al Sajama en su trayectoria de 33 años en la alta montaña, comentaba en el campamento la importancia del factor psicológico, "más incluso que el físico".
"La llegada al campamento base ha sido buena, hemos salido con los nervios lógicos de afrontar un reto de esta envergadura, pero hay ánimos, fuerzas y aunque el viento fuerte siempre es un enemigo a batir esperamos que el tiempo mejore hasta el día del ascenso".
Las 6 expedicionarias tuvieron una charla con Capriles y la jefa de expedición, la asturiana Rosa Fernández, sobre todo de carácter psicológico "para que las chicas no vayan a ciegas".
"Eso es importante en la montaña, más que el aspecto físico. Por eso fuimos al Acotango, fue clave probar las fuerzas y preparar la mente".
Ya que las fuerzas de las expedicionarias no son las mismas, la idea de los responsables de la expedición es "hacer un trabajo de grupo,en equipo, ya que de lo contrario estamos abocados al fracaso".
A la vez que el grupo descansa en el campo base, la actividad no para y los porteadores y guías aprovechan para organizar el campo avanzado, ya a 5.700 metros de altura.
El campamento en esa cota se montará sobre una especie de terrazas esculpidas por el hombre sobre una pendiente superior al 55 por ciento. De ahí a la cumbre un golpe de vista y un esfuerzo de 7 horas. De momento, el primer paso está dado.