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Del Bosque, distinguido en Premios Anaya de Valores Educativos en el Deporte

Madrid, 29 ene (EFE).- El exseleccionador español de fútbol, Vicente Del Bosque, fue condecorado este miércoles en la I Edición de los ‘Premios Anaya de Valores Educativos en el Deporte’ como reconocimiento a su labor por la integración de las personas con discapacidad en el mundo del fútbol.,Unos premios que complementan el proyecto ‘Juega Limpio’ de Anaya Educación y que galardonaron al campeón del mundo con la selección española en Sudáfrica 2010 junto a otras cuatro personalidades “que han s

Madrid, 29 ene .- El exseleccionador español de fútbol, Vicente Del Bosque, fue condecorado este miércoles en la I Edición de los ‘Premios Anaya de Valores Educativos en el Deporte’ como reconocimiento a su labor por la integración de las personas con discapacidad en el mundo del fútbol.

Unos premios que complementan el proyecto ‘Juega Limpio’ de Anaya Educación y que galardonaron al campeón del mundo con la selección española en Sudáfrica 2010 junto a otras cuatro personalidades “que han sabido llevar los valores educativos al mundo del deporte”.

Entre ellos, José Antonio Poveda, secretario general de Escuelas Católicas de Madrid, por fomentar el juego limpio y los valores en el deporte escolar desde los Juegos Deportivos ECM (FERE). También la presidenta del Club Deportivo Tacón, Ana Rosell, por su esfuerzo en visibilizar el fútbol femenino desde el propio club madrileño.

De igual forma, Ángel Andrés Jiménez, conocido como el ‘árbitro de la paz’, debido a su lucha por un deporte regido por los valores éticos fundamentales y por ser ejemplo para los muchos jóvenes que lo practican, con medidas como ‘el VAR de la honestidad’.

Por último, y aunque no pudo estar presente, José Manuel Ruiz, deportista paralímpico en tenis de mesa adaptado, no solo por su capacidad de superación, sino también por haber sabido compaginar su labor en el mundo deportivo con su actividad como docente.

El acto, celebrado en el salón de actos del edificio Anaya de Madrid, tuvo como maestro de ceremonias al exjugador de baloncesto y medallista olímpico Fernando Romay. Tras la entrega de los galardones, los premiados compartieron en una mesa redonda sus experiencias y opiniones sobre los valores educativos en el deporte escolar.

“Todos los fines de semana acompaño a mi hijo Álvaro, que tiene síndrome de Down, a jugar sus partidos. Soy de los que pienso que es una educación inclusiva, pero no absoluta. Creo que nuestra mejor decisión, de muchas de las que tomamos a veces desde la ignorancia, fue llevarlo a un colegio de integración”, comenzó su discurso Del Bosque.

Para el exseleccionador español, lo importante es buscar que los jóvenes “sean felices a través del deporte y se lo pasen bien”. Para ello, resulta vital que los deportistas “más grandes” sean los que “más ejemplo tienen que dar”, como en su día fueron para él -además de sus padres-, en su etapa en el Real Madrid “dos modelos morales como Santiago Bernabéu y Luis Molowny”.

Además, el salmantino reconoció sentirse “tremendamente orgulloso” del legado dejado por la selección nacional a la que dirigió entre 2008 y 2016. “No solo por lo que hacíamos en el campo, sino también por el comportamiento fuera de él”, explicó, rememorando que en 114 partidos solo sufrieron una expulsión “por una tontería” (en la Copa Confederaciones 2013 ante Brasil).

Por otra parte, también quiso acordarse de las palabras con las que alentó a sus futbolistas antes de la final del Mundial 2010. “Les dije algo así como que éramos unos románticos, que no éramos soldados que veníamos a defender la patria por encima de todo, sino que éramos deportistas y teníamos que pensar en todos los chavales que nos estaban viendo”, recordó.

“Ahora tenemos ejemplos muy malos que te llevan al pesimismo y no son los adecuados, y sin embargo luego tenemos comportamientos fantásticos”, añadió Del Bosque, que puso de ejemplo el “magnífico comportamiento” de la selección japonesa en la última cita mundialista a pesar de la dura remontada ante Bélgica, limpiando incluso su vestuario tras el encuentro.

“Son ejemplos que debemos potenciar. Los chavales lo copian todo y a veces parece que solo vale ganar. Solemos hacer tres preguntas capciosas cuando los hijos llegan a casa: ‘¿Has jugado?’, ‘¿Has metido gol?’ y ‘¿Has ganado?’. Tenemos que educar también en admitir la derrota”, concluyó.

El proyecto de Anaya Educación, coordinado por el exdirector de la Agencia Estatal Antidopaje, Francisco Javier Martín del Burgo, se ha materializado en el libro ‘Juega Limpio: El valor educativo y social en el deporte’. Con él se ofrece al profesorado un material pedagógico y didáctico para utilizar el deporte y sus valores como herramienta educativa en la formación de la personalidad de los jóvenes.

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