Beatriz Flamini ya está fuera de la cueva. Después de 500 días a 70 metros en una cueva de Motril (Granada), la espeleóloga ha cumplido su récord mundial de más tiempo viviendo bajo tierra. Y lo ha hecho con un gran cambio físico.
No ha sido fácil pero esta mujer ha logrado un hito histórico. Y es que no solo ha puesto en riesgo su cuerpo y su mente sin la percepción del tiempo, sino también con el aislamiento social.
Algo que será estudiado por los médicos de nuestro país, en la Universidad de Granada, para ver como puede afectar esto a la mente y el cuerpo de un ser humano.
Tras 500 días, el físico de Beatriz Flamini ha cambiado. La deportista de élite estaba acostumbrada a poner su cuerpo en riesgo con varios ascensos en solitarios a montañas y picos de todo el mundo.
Y es que si nos fijamos en la primera publicación que hizo Beatriz antes de entrar a la cueva, podemos comprobar varios detalles. Un menor peso, desmejorada físicamente, síntomas de precariedad higiénica, etc.
"Diario de a bordo. Ni sola, ni en autosuficiencia. El sábado 20 de noviembre, zarpa de nuevo el barco en un viaje que durará 500 días. Por primera vez, #sola_y_en_autosuficiencia cuenta con un GRAN EQUIPO TÉCNICO Y HUMANO al frente de la asistencia y de la seguridad de esta experiencia deportiva. Sin ell@s, nada de esto está siendo posible. Nos leemos de nuevo en abril/mayo del 2023. Nos vemos en las montañas", escribió Beatriz en sus redes sociales.
Tras alrededor de 12.000 horas encerrada en una cueva, la madrileña de 49 años será estudiada por varios médicos de la Universidad de Granada y Almería, que han estado midiendo los ritmos circadianos y el sueño de Beatriz bajo las condiciones excepcionales en las que se encontraba.
Además, también se estudiará como afecta el aislamiento social y la desorientación temporal extrema a la percepción del tiempo de un ser humano.