La federación internacional de atletismo ha sometido a consulta un nuevo reglamento para regular la participación de las mujeres trans en la categoría femenina.
Solamente las mujeres de sexo biológico sea el femenino y aquellas con cromosomas XY (con sexo biológico masculino) que completen un test genético que determinen que cuentan con fenotipo femenino, pese a que exista presencia de gónadas masculinas, podrán participar en las competiciones femeninas, siempre y cuando la norma supere el proceso de aprobación.
La prueba consistirá en un análisis de saliva o sangre seca que determine la presencia del gen SRY, asociado con el cromosoma Y, así como un estudio de los niveles de testosterona de la deportista.
El ente mundial, World Athletics, quiere equiparar el trato hacia el colectivo de mujeres trans y las consideradas como XY DSD, aquellas que son consideradas mujeres de forma legal al nacer o que tienen una identidad de género femenina aunque cuenten con testículos internos plenamente funcionales.
Hasta la posible aprobación del cambio que desea efectuar la federación internacional, solo pueden participar en las categorías femeninas aquellas mujeres trans que hayan efectuado su transición de supresión hormonal antes de los 12 años y que mantengan de forma constante la concentración de testosterona en suero por debajo de 2,5 nanomoles por litro. Sin embargo, sí pueden competir aquellas DSD que hayan reducido su nivel de testosterona sin importar la edad con la que lo hiciesen.
A finales de marzo se celebrará la próxima reunión del consejo mundial del atletismo en la que se espera que el cambio de reglamento sea aprobado.
El 20 de ese mismo mes tendrán lugar las elecciones del nuevo presidente del Comité Olímpico Internacional, puesto al que aspira el actual presidente de la federación internacional de atletismo, Sebastián Coe. Tanto él como el resto de candidatos postulados para presidir el COI abogan por una actitud más intransigente en, como definen, la defensa de la categoría femenina, mientras que el actual dirigente del organismo olímpico ha mantenido cierta prudencia en el tema.
El grupo de expertos que ha elaborado las recomendaciones que avalan esta propuesta explican los siguientes razonamientos en un documento:
“No hay evidencias de que las mujeres transgénero y las atletas XY DSD sean diferentes biológicamente unas de otras en lo que respecta a su inclusión en la categoría femenina. Nuevas evidencias, en cambio, nos indican que las terapias de supresión de testosterona tanto en mujeres XY DSD como en las 46XY transgénero solo mitigan parcialmente la ventaja masculina en el atletismo”, introducen.
“La exposición a la testosterona da lugar a diferencias sexuales en la estatura, la envergadura, la pelvis y la arquitectura de las extremidades inferiores, es decir: en cómo se alinean los músculos del muslo con la rodilla”, señalan en el escrito.
“Se reconoció que estas diferencias corporales proporcionan una ventaja a las atletas XY, especialmente en determinadas pruebas, y que las diferencias no responden a la supresión de los niveles de testosterona en sangre”, analizaban.