Las selecciones de Hungría y de Catar rompieron todos los pronósticos tras apear del Mundial en los octavos de final a dos de las máximas favoritas al oro, Dinamarca, la vigente campeona olímpica, y Alemania, última campeona de Europa.Javier Villanueva
Sorpresa a la que no dieron pie ni Suecia, que venció por un contundente 22-41 a Bielorrusia, ni Croacia, que tras derrotar por 21-19 a Egipto se medirá el próximo martes en los cuartos de final con España.
Ronda de cuartos en la que no estará contra pronóstico Dinamarca, que cayó este domingo por 27-25 ante Hungría, en un encuentro en el que los nórdicos se estrellaron en la segunda mitad con el portero magiar Roland Mikler.
El guardameta húngaro, que cerró el choque con un 38 por ciento de paradas, propició con sus intervenciones la escapad en el marcador del conjunto magiar, que alcanzó los últimos diez minutos de juego con una renta de cuatro goles en el marcador (22-18).
Una diferencia que pareció hacer reaccionar definitivamente al conjunto danés, que de la mano del lateral Michael Damgaard logró igualar la contienda (24-24) a tan sólo cuatro minutos para el final.
Tiempo en el que irrumpió la figura del veterano central Gabor Csaszar, que con dos goles finales consumó la sorpresa (27-26) ante la incredulidad de los campeones olímpicos, que como reconoció su técnico, el islandés Gudmundur Gudmundsson, no supieron resolver los numerosos problemas que le causó Hungría desde el inicio de la contienda.
Aunque sí sorprendente fue la eliminación de Dinamarca, no menos impactante fue la derrota de Alemania, la vigente campeona de Europa, que al igual que ya le ocurrió hace dos años, aunque entonces fue en cuartos de final, cayó derrotada (21-20) ante la selección de Catar.
Una derrota que tuvo como principal responsable al lateral de origen cubano Rafael Capote, que derrumbó la muralla que había sido hasta entonces el portero alemán Andreas Wolff, con cuatro goles en los últimos seis minutos de juegos.
Cañonazos a los que no sólo no supo responder Wolff, sino tampoco el técnico germano, el islandés Dagur Sigurdsson, incapaz de pedir un tiempo muerto que frenase la remontada de Catar, que entró en el tramo final con una desventaja de dos tantos (19-17).
Una diferencia a la que los del español Valero Rivera lograron dar la vuelta gracias a las paradas de Danijel Saric y, sobre todo, de un espectacular Capote, que con su potentes lanzamientos llevó a Catar a los cuartos de final.
Eliminatoria en la que cataríes se medirán con una selección sueca, que arrolló por 22-41 a Bielorrusia, en un duelo de cuartos de final, que los escandinavos dejaron ya resuelto al descanso, como confirma el contundente 11-24 con el que concluyó la primera mitad.
Una renta que no frenó la voracidad de los jugadores suecos, que liderados por el central Jim Gottfridsson, autor de ocho tantos, y el portero Andreas Palicka, que firmó un 50 por ciento de paradas, aumentaron todavía más su ventaja en la segunda parte.
Ambición de la que careció por completo Croacia, que tras marcharse al descanso con una ventaja de seis goles (13-7) al descanso, acabó tan sólo derrotando por dos tantos (21-19) a una selección de Egipto, que pese a lo ajustado del marcador final, nunca tuvo ninguna opción de ganar.
Una victoria que llevará a Croacia a enfrentarse el próximo martes con España en unos cuartos de final, en los que los balcánicos tratarán de tomarse la revancha de la derrota (33-29) encajada ante los "Hispanos" en las semifinales del Europeo de Polonia.