A la conquista de su sexto Mundial, Francia se enfrenta este jueves en semifinales contra Eslovenia con el claro cartel de favorito, tanto por historial como por plantilla, un duelo que supone el penúltimo obstáculo que se presenta a los anfitriones antes del triunfo.La diferencia aparece colosal entre la gran favorita antes de comenzar la competición y la menos esperada de las cuatro semifinalistas.
Un abismo separa al laureado equipo que lidera Nikola Karabatic, que defiende el título Mundial, y la joven selección que trata de formar el montenegrino Veselin Vujovic, que jugará mañana la segunda semifinal de su historia, cuatro años después de haber conseguido el cuarto puesto.
Pero sobre todo, una falla mental, porque los franceses vienen pensando en el título desde que comenzó la competición mientras que Eslovenia no ha pasado hasta ahora de la condición de sorpresa.
No en vano, los hombres de Didier Dinart no han perdido ningún partido en lo que va de campeonato mientras que los de Vujovic fueron claramente superados en la fase de grupos por España (36-26).
Los dos partidos amistosos recientemente disputados por ambas selecciones, ambos con victoria gala, se suman a todos los duelos oficiales ganados por Francia desde hace doce años, cifras que muestran la supremacía de los de Karabatic en el duelo.
Incluso la forma en la que ambos consiguieron el billete para la semifinal fue diferente. Mientras que Francia tuvo que mostrar oficio y calidad para deshacerse de la potente Suecia, Eslovenia demostró lagunas en su juego, pese a la clara victoria contra la tierna Catar de Valero Rivera, que no pareció representar el papel de una subcampeona del mundo.
Pero los eslovenos, que podrían considerar su clasificación para las semifinales ya como un éxito, huyen de toda declaración que deje entrever la euforia.
"Francia es el mejor equipo de todos los tiempos", asegura el defensa esloveno Jure Dolenec, que conoce bien el país puesto que milita en el Montpellier, al tiempo que añade que en el equipo no se dan por vencidos.
El seleccionador esloveno asegura que su equipo es "muy joven" pero "capaz de jugar de forma muy estable durante 50 minutos", por lo que no descarta una sorpresa similar a otras que se han producido en este Mundial, como la eliminación de Alemania a manos de Catar.
Euforia hay en Francia, donde ahora más que nunca no ven obstáculos de talla que les aparten del título. Sin España, eliminada por Croacia, ni Dinamarca o Alemania, los franceses parecen en una posición inmejorable para volver a ganar el Mundial en su tierra, como hicieran en 2001.