El Abanca Ademar León, una vez asumida la distancia insalvable con el sempiterno campeón de la liga, el FC Barcelona, iniciará mañana el camino hacia el objetivo que cree más ambicioso, el subcampeonato, frente a uno de sus más duros rivales, Ciudad de Logroño.
Los riojanos llegan al inicio liguero después de caer ante los azulgranas en la Supercopa, mientras los locales lo harán después de una pretemporada en la que tan solo cedieron una igualada frente al CD Bidasoa y que culminó con la reedición del título de la Copa Castilla y León ante el Atlético Valladolid Recoletas, aunque por un estrecho margen.
Por ello, el técnico Rafael Guijosa ve a su equipo "perfectamente preparado" para el reto que se le presenta, no solo en la competición liguera, sino también con su inminente debut en la Liga de Campeones que tendrá que compatibilizar al menos hasta noviembre.
El principal problema del entrenador ademarista han sido la aparición de problemas físicos en varios jugadores en el tramo final de la preparación, primero los de David Fernández y Mario López, que les hicieron perderse la cita en Valladolid y la última semana la lesión muscular del extremo Juanín García.
En el caso de los dos primeros estarán en disposición de entrar en la convocatoria, aunque tan solo para cubrir cualquier necesidad puntual, mientras que el veterano jugador leonés se perderá entre dos y tres semanas por una lesión en el soleo derecho.
A pesar de estos contratiempos y de que la plantilla se haya quedado, según Guijosa, "algo corta", sobre todo en la posición de pivote, el equipo leonés confía en desquitarse de un rival al que no venció en los enfrentamientos de la pasada temporada, con una derrota y un empate en liga, junto a la eliminación en las semifinales de la Copa del Rey.