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Gonzalo Carou, el "Gladiador" argentino que ya es leyenda de la Liga ASOBAL

Fernando Pérez Soto,León, 2 nov (EFE).- Gonzalo Carou a sus 40 años ya cumplidos sigue siendo el capitán de los "Gladiadores", apelativo por el que se conoce a la selección argentina de balonmano y del que hace gala un jugador que parece haber bebido de la misma copa de la eterna juventud que su excompañero Juanín García, también un amasador de registros para la leyenda.,El último hito del veterano pivote bonaerense es el de haberse convertido en el jugador extranjero que más partidos ha disputa

Fernando Pérez Soto

León, 2 nov .- Gonzalo Carou a sus 40 años ya cumplidos sigue siendo el capitán de los "Gladiadores", apelativo por el que se conoce a la selección argentina de balonmano y del que hace gala un jugador que parece haber bebido de la misma copa de la eterna juventud que su excompañero Juanín García, también un amasador de registros para la leyenda.

El último hito del veterano pivote bonaerense es el de haberse convertido en el jugador extranjero que más partidos ha disputado en la Liga ASOBAL superando a otra leyenda como el guardameta sueco Thomas Svenson, a lo que une ser el jugador en activo con mayor número de mundiales disputados -diez-, mientras que en Tokio el próximo año jugará sus terceros Juegos Olímpicos.

Tras el encuentro disputado ayer en la pista del Cangas, el capitán de la selección albiceleste sigue ampliando su marca y ya acumula 433 partidos en la Liga ASOBAL.

Él mismo reconoce, en una entrevista concedida a Efe, que es "una locura, una bendita locura de un sueño inesperado", porque cuando llegó, todavía siendo un joven, a España para enrolarse en las filas del desaparecido Juventud Arrate, de la mano de su presidente Bolinaga, no esperaba un periodo tan largo en la liga española.

"Nunca soñaba siquiera con llegar a la Liga ASOBAL, fue una oportunidad que se presentó, que mis padres me pudieron brindar con su ayuda, pero inicialmente el destino era haber ido a Brasil y compatibilizar los estudios -Magisterio por Educación Física-, que quería que me pagaran con el balonmano, pero cuando se presentó la opción de España no lo pensé", afirma.

Fue uno de los precursores del balonmano argentino en España del que luego se han beneficiado muchos de sus compatriotas, varios de los cuales han recalado las últimas temporadas en el Ademar, entre otros equipos, logrando también una experiencia en la alta competición que les ha dado un plus a nivel de selección.

Esas primeras campañas en el conjunto vasco contó con el respaldo de la directiva y el técnico, el exseleccionador español femenino Jorge Dueñas, "para crecer, aprender y no tener la presión de lograr un rendimiento inmediato".

Después de siete temporadas en el Arrate, "un periodo que no imaginaba que pudiera dilatarse tanto", llegó la opción de un grande del balonmano español, el Ademar que iba a ser dirigido por el actual seleccionador, Jordi Ribera y que contó con el pivote argentino como una pieza clave en su entramado defensivo.

Después de su marcha a León continuó contando con otros entrenadores como Isidoro Martínez -exseleccionador júnior español- o Daniel Gordo, pero en ese momento llegó su situación más delicada con un conjunto leonés al borde de la desaparición, entrando en concurso de acreedores y eso aceleró una marcha al extranjero que podría haber sido algún año antes por las ofertas de Alemania.

La opción que se le presentó al argentino fue el emergente, a nivel de clubes, balonmano francés con el Istres, donde militó dos campañas para después volver de nuevo al Ademar, en el que acumula ya un periplo de once campañas entre las dos etapas y al que retornó por "la llamada de Rafa -Guijosa- que me convenció del proyecto y la seguridad que éste parecía tener después de los problemas vividos".

A pesar de su veteranía, nadie duda de su trascendencia en el centro de la defensa ademarista e incluso ha hecho gala de una excelente condición física que le ha hecho perderse muy pocos partidos, lo que le permitió, en alguna ocasión, la renovación automática por cumplir el cupo contemplado en su contrato.

Su última renovación tuvo que "repensarla, porque no quedaban muchas fuerzas y ganas, pero la posibilidad de estar en los Juegos de Tokio sirvieron de estímulo".

Todo lo contrario que le ocurre ahora, de cara a una próxima conversación sobre su futuro al concluir contrato, ya que asegura tener "las fuerzas intactas para continuar y seguir disfrutando cada partido como si fuera el último, pero si la directiva o Manolo -Cadenas- consideraran que ha terminado esta etapa, un apretón de manos y se acabó".

Por eso, no cierra la puerta incluso a continuar en activo aunque no fuera en el Ademar, lo que sería su prioridad. "Soy un trabajador del balonmano y sigo viéndome en activo, pero también en un proyecto donde pudiera compatibilizar el jugar con dirigir equipos", subraya.

Lo que ha descartado, en el momento actual, es una vuelta a su país, algo que barajó seriamente en su última renovación por Ademar.

Y es que Gonzalo Carou tiene claro que quiere seguir vinculado al balonmano, si es posible en el Ademar y en España después de haber obtenido su título de entrenador y estar haciendo sus primeros pinitos en el banquillo dirigiendo al equipo cadete B del conjunto leonés, al que traslada sus miles de vivencias en el balonmano.

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