Esta vez no hubo controversia, el estadounidense Andre Ward venció por nocáut técnico al ruso Sergey Kovalev en el octavo asalto de la pelea revancha pactada a 12 asaltos con los títulos del peso semipesado de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), Organización Mundial (OMB) y la Federación Internacional (FIB) en juego.Si el pasado noviembre, la primera pelea entre los dos púgiles invictos, disputada en el T-Mobile de Las Vegas, acabó en polémica al darle el triunfo a Ward por un punto de ventaja, esta vez quedó todo aclarado que el púgil estadounidense fue el mejor y campeón invicto.
El duelo entre dos de los mejores boxeadores del momento libra por libra estuvo siempre dominado por el estadounidense que se impuso con su estrategia al excampeón ruso que al final tampoco pudo hacer valer su mejor pegada.
Ward se movió con gran soltura sobre el cuadrilátero, esta vez instalado en el Mandalay Bay Events Center, de Las Vegas, ante el apoyo de la mayoría de los aficionados, entre los que se encontraban como invitados especiales los jugadores de los Warriors de Golden State, actuales campeones de la NBA.
El triunfo por nocáut técnico también es una gran reivindicación para Ward, de 33 años, que dejó su marca invicta de 32-0, con 16 triunfos por la vía rápida, a pesar que no tiene fama de gran pegador.
Pero esta vez si colocó los suficientes y potentes para acabar con la resistencia del "Krusher" Kovalev, de 34 años, que sufrió la segunda derrota de su carrera para dejar marca de 30-2-1, 26 nocáuts.
"No he dejado ninguna duda que soy el mejor y el campeón", declaró Ward al concluir la pelea, que le dejó una bolsa de 6,5 millones de dólares. "Sabía que de nuevo nuestra estrategia iba a resultar al no dejarle nunca que él impusiese su ritmo".
La pelea estuvo igualada en los siete primeros asaltos, hasta que en el octavo Ward conectó una potente derecha a la mandíbula de Kovalev que sintió el impacto y perdió todo el control, lo que hizo que el campeón estadounidense lo aprovechase para dejarlo sin capacidad de reacción y forzar el final del combate.
Ward se fue tras Kovalev al que acorraló contra las cuerdas y le lanzó tres golpes de izquierda seguidos al cuerpo de Kovalev, incluido un golpe bajo que el árbitro del combate, el estadounidense Tony Weeks no señaló.
Los golpes dejaron de Ward dejaron a Kovalev sin defensa y desorientado por lo que Weeks se interpuso de inmediato entre los dos púgiles para decretar el final de la pelea cuando el reloj marcaba 2 minutos y 29 segundos del octavo asalto.
La esquina de Kovalev y el propio púgil ruso, que tendrá que esperar a conocer los ingresos que haya por la televisión de pago para saber la bolsa que va a recibir, oficialmente en el contrato no cobraba nada garantizado, admitieron la decisión de Weeks al darse cuenta no hubiese tenido ningún seguido el seguir el desigual combate.
No se espera que haya una tercera pelea de revancha ante la manera tan clara como ganó Ward.