La española Mireia Belmonte ratificó su condición de 'reina' de los Mundiales de piscina corta que se disputan en Doha, al sumar este jueves su tercera medalla de oro en la capital catarí, en la final de los 800 libre.
Belmonte, que se tomó la mañana "libre" tras concluir en la vigésima séptima posición las series de los 100 estilos, volvió a demostrar su excelente estado de forma con una clara victoria que, sin embargo, no le bastó para batir su propio récord del mundo.
De hecho, Belmonte, que el miércoles logró dos oros y dos récords del mundo en las finales de los 200 mariposa y los 400 estilos, se quedó a 4.07 segundos de la plusmarca -7:59.34- que ella misma estableció en agosto del pasado año, tras colgarse el oro en Doha con un tiempo de 8:03.41.
Registro suficiente para lograr un nuevo récord de los campeonatos y, lo más importante, para colgarse una nueva medalla de oro, que ni la británica Jaz Carlin, plata, ni la holandesa Sharon Van Rouwendaal, bronce, pudieron cuestionar en momento alguno.
La mejor puesta en escena de la británica, la nadadora que arrebató el triunfo a Belmonte en los Europeos de piscina larga disputados en agosto en Berlín, no inquietó a la española, que tomó el mando de la final al llegar a los 300 metros.
Un liderato que la nadadora española fue afianzando largo a largo hasta aventajar finalmente en 4.75 segundos a la británica, que fue mermando su rendimiento con el transcurrir de la prueba.
Declive que a punto estuvo de costarle a Carlin la medalla de plata en beneficio de la holandesa Sharon Van Rouwendaal, que se tuvo que conformar con el bronce, tras tocar la pared tan sólo una centésima por detrás -8:08.17- de la nadadora británica.
Belmonte, posiblemente pensando ya en los 400 metros que disputará este viernes, en los que partirá de nuevo como la gran favorita, contempló esa batalla con tranquilidad desde la distancia camino de su tercer oro.
Las española opta todavía a medalla en los 400 libre y en los 200 estilos, pruebas que se disputarán el sábado.