La nadadora brasileña Sarah Correa, medalla de plata de los Juegos Panamericanos de 2011, murió el sábado en Río de Janeiro tras ser atropellada por un vehículo que se dio a la fuga.
Correa, de 22 años, fue atropellada la noche del viernes en la zona oeste de Río de Janeiro por un coche que no paró para prestar socorro y fue trasladada al hospital Miguel Couto de la capital carioca, donde falleció.
La nadadora, medalla de plata en relevo 4x200 metros libres de los Juegos Panamericanos de Guadalajara (México), se había retirado de la natación el año pasado para dedicarse a su carrera de modelo y actualmente trabajaba en una tienda.
Su madre Maria de Fátima Gonçalves afirmó hoy que su muerte no "se produjo en vano" y afirmó que buscará justicia para que no se repitan este tipo de sucesos.