Consciente de que está lejos de luchar por las medallas en las pruebas de braza, la española Jessica Vall afronta los Mundiales de Kazán con el objetivo de rebajar sus registros personales.La catalana ha dicho estar "preparada" para realizar un buen papel en las pruebas de los 100 y 200 metros braza y se ha mostrado "expectante" con vistas a conseguir el pase a una de las finales de su disciplina.
"Las medallas están lejos. Si rebajar mis marcas significa conseguir el pase a una final, ya estará bien", ha asegurado en la jornada de puertas abiertas previas a la cita mundialista.
Después de conseguir un récord de los Campeonatos de España celebrados hace un par de semanas en Barcelona, la nadadora del CN Sant Andreu, de 26 años, tiene "muchas ganas de competir" en la que es su segunda participación en unos Mundiales.
A un año para la celebración de los Juegos Olímpicos, Vall es consciente de que el nivel de sus rivales será algo superior al que mostraron en Barcelona 2013.
"No he vivido unos Juegos Olímpicos, pero me han dicho que los de Kazán serán unos Mundiales fuertes. A un año de la cita olímpica es cuando se muestran las cartas y te ayuda a saber cómo puedes llegar a los Juegos Olímpicos", ha explicado.
Vall visitará Kazán por vez primera, una ciudad en la que ya han aterrizado las componentes del equipo de natación sincronizada, quienes ya le han facilitado el primer parte sobre las condiciones de la sede mundialista.
"Me han pasado las fotos de las chicas de sincronizada. Me ha impactado que no tengan persianas, más aun cuando amanece a las tres de la madrugada. También nos han dicho que el agua de la piscina está muy fría", ha valorado entre risas.