Tras un 2014 "irregular" marcado por las lesiones, la nadadora Melanie Costa afronta optimista los Mundiales de Kazán, donde sueña con repetir la medalla de plata conseguida en Barcelona 2013, aunque prefiere ir "paso a paso".La mallorquina, de 26 años, participará en Rusia en los 200 y 400 metros libres, pruebas en las que considera que tiene opciones de conseguir un buen resultado, así como en los 200 metros espalda, disciplina en la que se muestra menos optimista.
"En los 200 y 400 metros libres, una medalla estaría muy bien, pero prefiero ir paso a paso", ha dicho Melanie en la jornada de puertas abiertas a los medios de comunicación previa a los campeonatos.
Plata en los 400 metros libres de los Mundiales celebrados en Barcelona hace dos veranos, la nadadora balear ha pronosticado que sus opciones de luchar con las mejores en los 200 metros espalda son mínimas.
"Para los 200 espalda mi tiempo aún no es muy bueno a nivel internacional y estoy mirando de mejorarlo. Todavía no tengo muchas posibilidades", ha reconocido.
Sin embargo, ambiciona conseguir un buen resultado en sus dos pruebas preferidas: "Los objetivos son los más altos posibles. Creo que llego bastante bien. Una vez pase de las eliminatorias a las semifinales y de las semifinales a las finales, ya veré por el puesto por el que puedo luchar".
En el horizonte, Costa vislumbra los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.
"Ahora mismo pienso mucho en los Juegos Olímpicos. Queda muy poco y tengo muchas ganas de empezar a entrenar, de nuevo, una vez cambie la mentalidad de los Mundiales", ha reconocido.
En Kazán se verá las caras con algunas de las nadadoras que pueden marcar el ritmo en Río de Janeiro, como las estadounidense Katie Ledecky, en los 200 y 400 metros libres, y Miss Franklin, en las pruebas de espalda.
"En el Mundial de justo antes de los Juegos Olímpicos, todo el mundo se quiere probar y ver quién va a llegar bien a Río de Janeiro. Lo que siempre pasa, es que aparece la súper estrella que arrasa, pero yo estoy muy confiada y voy a ir a nadar mi propia carrera", ha puntualizado.
Un optimismo que sólo se ve afectado por las molestias en una de sus rodillas con las que ha tenido que convivir en los últimos meses.
"Las molestias están mejor. No se irán nunca, pero estoy aprendiendo a aguantarlas, a afrontar el dolor de otra manera, creo que en Kazán las podré superar", ha precisado.
"No me gusta ir con seguridad, prefiero ir con inseguridad y luchar cada metro. Llego bien y una vez esté en la competición lo vamos a ver", ha concluido.