Teresa Portela y su agotador horario para estar en los Juegos: “Es difícil conciliar el trabajo con ser madre”

Teresa Portela es historia del deporte español. La piragüista de Cangas de Morrazo se ganó el pase a sus séptimos Juegos Olímpicos, una cifra con la que desempata a leyendas como el waterpolista Manel Estiarte o con el jinete Luis Álvarez Cervera. Está a unos Juegos Olímpicos de Jesús Ángel García Bragado. El marchador lidera esa clasificación de más participaciones e inmediatamente detrás está Teresa Portela.

No ha sido fácil volver a entrar en unos Juegos Olímpicos. Teresa Portela lo ha logrado haciendo un esfuerzo al que no tienen que enfrentarse muchos hombres. De ahí que sea primordial encontrar la ayuda de empresas como Iberdrola, paradigma del apoyo al deporte femenino en nuestro país. La piragüista, una de las Embajadoras Iberdrola, ha hablado con las cámaras de ElDesmarque de cuál es su horario para conciliar su trabajo con su hija. A sus 41 años confiesa que “lo que he conseguido después de ser madre tiene un valor mucho más grande”. En el vídeo que encabeza la noticia, Teresa Portela y su día a día para conseguir meterse en unos Juegos Olímpicos.

Teresa Portela, una madre en los Juegos Olímpicos

“No hay más secreto que el trabajo. La perseverancia y la constancia”. Un lema a priori sencillo, pero que no muchos son capaces de sobrellevar. Además, con ella vive su hija de nueve años. “Lo que he conseguido después de ser madre tiene un valor mucho más grande. Lo difícil que es conciliar, poder tener tu trabajo y a la vez ser madre. Esa recompensa vale por dos”, confiesa la atleta.

Y es que su día a día es agotador. “Seis de la mañana ya estoy entrenando. Levanto a mi hija, la llevo al cole. Luego el segundo entrenamiento en piragua. Después vuelvo a mi casa, 40 kilómetros, recojo a mi hija del cole, comemos y a entrenar por la tarde. Seis días a la semana”. Casi nada.

Es dos veces campeona mundial y siete veces campeona europea. Su única medalla fue en los Juegos Olímpicos se dio en Tokyo 2020. Veremos si en Paris 2024 es capaz de volver a romper todos los esquemas.