El Europeo de Moscú debe ser el primer paso de España hacia Tokio 2020
La selección española de rugby 7 disputa este fin de semana en Moscú el primero de los dos torneos del Campeonato de Europa, que cobra este año singular importancia por ser clasificatorio para el Preolímpico que se desarrollará en Colomiers (Francia) los próximos 13 y 14 de julio.
Los nueve primeros de la etapa moscovita -sin contar a Gales, ya que es Inglaterra la selección que representa a Gran Bretaña a efectos de clasificación olímpica- se jugarán en Colomiers, dentro de tres semanas, un billete para Tokio y dos para una repesca mundial que se celebrará dentro de un año.
El cartel del Preolímpico lo completarán Hungría, campeona de la tercera categoría europea, y los dos primeros de la segunda división continental, que se cierra este fin de semana en Zenica (Bosnia) con Bélgica, Ucrania y Lituania en cabeza de la tabla después de la primera etapa.
La importancia de este torneo, por tanto, propiciará que todas las selecciones acudan con sus mejores jugadores al Campeonato de Europa, una competición que potencias como Francia e Inglaterra, y también España desde que milita en las Series Mundiales, suelen aprovechar para foguear a jóvenes promesas.
El seleccionador nacional, Pablo Feijóo, ha celebrado una concentración de tres semanas en el Centro de Alto Rendimiento de Sierra Nevada (Granada) en la que han participado jugadores que fueron preservados en los últimos torneos del principal circuito internacional, cuando España ya tenía la permanencia amarrada.
Así, hombres como el capitán, Paco Hernández, o el máximo anotador español, Pol Pla, vuelven a un plantel que completan Tobías Sainz, Nacho Rodríguez-Guerra, Eduardo López, Pablo Fontes, Manuel Sainz, Joan Losada, Javi Carrión, Juan Martínez, Alex Alonso, Iñaki Mateu y Marcos Poggi, que viaja como reserva.
España ha quedado encuadrado en el complicado grupo C y debutará contra Inglaterra, que defiende su condición de subcampeona olímpica y viaja con todas sus estrellas, antes de medirse con la anfitriona, la siempre rocosa Rusia, y cerrar la jornada del sábado frente a Georgia, a priori el rival más asequible.