El Club Voleibol Teruel volverá a enfrentarse este miércoles, en octavos de final de la Copa CEV, al Lindemans Aalst, a las 20:30 en el Sportcentrum Schotte de Aalst (Bélgica), después de que el equipo turolense lo eliminara en la primera ronda de la 'Champions'.
El Teruel prepara este choque con la tranquilidad de haber hecho los deberes en casa y la moral alta por haber cosechado un triunfo en su último encuentro del año en Los Planos ante el Barça Voley, victoria que le sitúa como cabeza de serie en la próxima edición de la Copa del Rey.
Con esta inyección de autoestima, afronta el encuentro ante un equipo que no le puso las cosas fáciles en sus recientes enfrentamientos en la Liga de Campeones.
Al conjunto naranja le tocó sufrir para imponerse al belga, contra el que tuvo que apelar al set de oro para eliminarle, a pesar de partir con una ventaja de 0-3 en el partido de ida.
Ya entonces el técnico del equipo naranja, Miguel Rivera, advirtió de la potencia del rival con el que habían vuelto a la competición europea, así que es de prever que no se guardará ningún cartucho este miércoles.
Los turolenses están compitiendo al máximo nivel para dar lo mejor en las distintas competiciones y ese es uno de los retos: aguantar el ritmo que les exigen grandes esfuerzos como el que tuvieron que hacer para eliminar al anterior rival en la CEV, el Tourcoing Lille francés, tras un agónico triunfo en Los Planos.
Rivera contará con la plantilla casi al completo, tras confirmarse la recuperación de Balsa Radunovic y Pedro Rangel, a los que el técnico había reservado en el último encuentro en Los Planos. Pero sí tendrá que prescindir de momento de Pablo Bugallo, a la espera de lo que digan pruebas médicas.