Suspensión momentánea y lío tremendo en el Qarabag por un dron con la bandera de Armenia
Lío tremendo el que se ha montado en el Dudelange-Qarabag. La polémica vuelve a estar presente en un partido de fútbol por culpa de la política. Fue en el duelo de los otros rivales del Sevilla FC en Europa League, que fue suspendido momentáneamente por un dron que sobrevoló el terreno de juego, la invasión de campo de los ultras y la desesperación de los futbolistas.
Rondando la media hora de partido y con el Qarabag 0-2, se desató la 'guerra'. Un dron con la bandera de Armenia, país que está en guerra con Azerbaiyán, sobrevoló el estadio del Dudelange. Algo que ocurrió durante varios minutos y que incendió a los jugadores visitantes, tirando balonazos al aparato para que cayese. No menos indignación tuvo la hinchada ahora asilada en Bakú, pues los ultras saltaron al terreno de juego para intentar evitar dicha imagen. El duelo se reanudó casi media hora después.
Algo que recuerda a lo que sucedió hace unos años en Belgrado. Fue en una cita entre Serbia y Albania, cuando una bandera de Kosovo sobrevoló el estadio rezando que el estado kosovar pertenecía a Serbia. Una imagen que dio la vuelta al mundo y que casi acaba en males mayores sobre el estadio.
El dron, otro capítulo de la guerra entre Azerbaiyán y Armenia
Es 12 de mayo de 1993. Entre el estruendo del fuego de artillería, las bombas y el temor más absoluto, 22 hombres disputan el último partido que se recuerda en la ciudad de Agdam. De local, el FK Qarabag, un equipo fundado en 1951 y que desde entonces, por la maldita guerra entre Azerbaiyán y Armenia, jamás volvería a jugar como local.
Unos años antes, en 1988, estalló una guerra entre ambos países por la disputa del territorio Nagorno-Karabag. El detonante a una situación insostenible, que obligó a un millón de personas a emigrar hacia el este... para instalarse en Bakú. Entre aquel estruendo nacieron Rashad Sadygov y Gara Gariyev, dos estrellas ahora en el Qarabag pero en cuyos oídos todavía retumba el sonido de las bombas de hace un par de décadas.
Más de un cuarto de siglo hace que el Qarabag no juega un partido como local. La entidad tuvo que refugiarse en Bakú, al igual que miles de personas, aunque ya está asentado en la ciudad. De su último feudo ya sólo quedan ruinas, pues ahora la ciudad está en manos de la República Independiente de Nagorno.