Cada vez queda menos para uno de los momentos más esperados de los espectadores de Antena 3: las campanadas. Y es que, a no ser que la cadena decida un cambio a última hora, todo apunta a que será de nuevo Cristina Pedroche quien está junto a Alberto Chicote en la Puerta del Sol.
Una Pedroche que sabe que es ‘su’ día. Ella misma se lo ha ganado. A base de vestidos más que provocativos, ha conseguido que muchos, ya sea en algún momento o justo para el preciso instante de las campanadas, pongan Antena 3 para ver “qué vestido lleva este año”.
Lo que cobra por las campanadas
Pero la pregunta que se hacen muchos es, ¿Cuánto cobra Cristina por las campanadas? La cifra exacta no se sabe, pero no son pocos los medios que hablan de unos 60.000 euros. Sí que se sabe que presentadores ya veteranos como Anne Igartiburu y Ramón García se embolsaban cerca de 30.000 euros.
Una cifra que, tratándose de Pedroche y de una cadena privada como es Antena 3, podría ser muy superior. Ella nunca lo ha dicho, pero teniendo en cuenta que está en su mejor momento profesional (incluso aún tiene más repercusión este año que el anterior) son muchos los que aseguran que esta cifra podría ser incluso mayor.
El caché de la mujer de David Muñoz es uno de los más elevados del momento, y, si bien es cierto que las campanadas forman parte del contrato que tiene firmado con Atresmedia, un buen pellizco seguro que se llevará.
Un año más, centro de todas las miradas
Eso si, aún falta que sea oficial el anuncio. Voces autorizadas lo dan por hecho, pero de momento no está confirmado. Cuando lo hagan, llegará el turno del vestido. Y es que, como ella bien sabe, es una de los temas de la última noche y una de las razones (o mejor dicho ‘la’ razón) por la que tiene tanto éxito.
Ella lo sabe, y cada año apuesta por arriesgar un poco más. Al fin y al cabo, sabe que la televisión no dura para toda la vida, y está aprovechando al máximo estos años en la cumbre.
Ya llegará el momento en el que alguien le de el relevo. Hasta entonces, transparencias y lo que haga falta.