Shakira y Gerard Piqué son noticia en la ciudad condal. Y no porque la colombiana (tal y como predijo la vidente Mohni hace unos días) esté embarazada, sino por el lío que tienen la de Barranquilla con la Hacienda Española.
La bomba salió a finales de 2017 cuando Hacienda empezó a investigar a la artista por un presunto fraude fiscal. Se entendía que Shakira debía haber fijado su residencia fiscal en nuestro país durante los ejercicios comprendidos entre 2011 y 2014 y no lo hizo.
Eso sí, viendo el follón, la repercusión mediática y las críticas que empezó a recibir Shakira, la artista decidió depositar 20 millones de euros con la intención de poner freno a la investigación.
Pero no lo ha conseguido. Tal y como se informó hace unos días, la Fiscalía de Barcelona ha decidido archivar el escrito de alegaciones de su defensa, con lo que se espera una querella por presunto fraude fiscal.
El bombazo de Shakira
Ha sido entonces cuando ha aparecido en escena el nombre de Bonds Cay, una isla situada en Betty Islands, las Bahamas, donde Shakira tuvo fijada su residencia entre 2012 y 2014.
Una isla que, tal y como apuntan varios medios, está a la venta por una cifra cercana a los 20 millones de euros. Si bien nunca se ha podido confirmar que la isla sea propiedad de la cantante, sí que han sido muchas las informaciones que han apuntado durante años que fueron ella, Alejandro Sanz y Roger Waters los que la compraron por 16 millones de dólares.
Un bombazo que no ha hecho otra cosa que echar más leña al fuego en una situación cada vez más complicada para la de Barranquilla. De hecho, como hemos ido explicando recientemente en El Desmarque, la idea que tiene Shakira en mente es la de marcharse a vivir a Estados Unidos en cuanto pueda.
Está harta de líos con la Hacienda y está presionando a Piqué para abandonar España cuanto antes. Quiere solucionarlo todo e irse. ¿A las Bahamas? No, a Miami.