La pelea de Shakira con Piqué en Barcelona

Shakira está en el punto de mira de la justicia. Los problemas con Hacienda de la pareja de Gerard Piqué van para largo. Y no será porque la colombiana no lleva tiempo en la palestra.

Según se ha sabido recientemente, un juzgado de Esplugues del Llobregat ha admitido a trámite la denuncia de la Fiscalía de Barcelona. Esta la acusa de un presunto fraude a Hacienda de 14,5 millones de euros. La cantante está citada para declarar el próximo 12 de junio.

Así están las cosas entre Shakira y Hacienda

La acusación se refiere a sus tributaciones entre el 2012 y el 2014. En ese periodo la Administración Pública consideró por parte de que había residido en España más de medio año y un día. Y la ley española señala que, si es así, el contribuyente debe declarar sus impuestos en el estado español.

Pero Shakira no lo veía a así. De hecho, por ejemplo, en el 2013 se pasó casi seis meses en las Bahamas grabando La Voz. Tanto es así que sus abogados escribieron una carta de alegaciones. Cabe decir, sin embargo, que la propia Shakira había revelado en más de una ocasión antes del 2013 que su residencia ya era oficiosa (que no oficial) en España desde que estaba con Gerard Piqué.

Sin embargo, según las informaciones, se habría archivado dicha carta y se habría admitido la denuncia. Por su parte, la Fiscalía apunta que la artista habría vivido en Barcelona 243 días en el 2012, 212 días en el 2013, y 244 en el 2014.

Veremos como termina la vista. Lo que si se conoce a día de hoy es que Shakira ya habría pagado 14,5 millones de euros para saldar la deuda.

Shakira no aguanta más

Un oscuro asunto más en la lista de las relaciones de Shakira con España. Por ejemplo, ya fue denunciada también por una presunta estafa cometida en 2011.

Así las cosas, señalan algunos medios que la de Barranquilla estaría cada vez más a disgusto en la ciudad condal. Algo que le habría costado más de una discusión con Piqué.

El jugador tiene contrato con el FC Barcelona y por su cabeza no pasa incumplir su contrato. Y mientras este dure, no saldrá de la capital catalana. Por muy descontenta que esté su pareja.