El británico Andy Murray, que será nuevo número 1 del mundo si mañana vence en las semifinales del Masters 1.000 París-Bercy, aseguró que no se está poniendo presión "extra" y explicó que poder robarle el cetro al serbio Novak Djokovic es fruto de la "consistencia"."No me estoy poniendo presión extra esta semana, porque tengo la oportunidad de serlo (número 1) en el futuro", aclaró Murray, que hoy superó con apuros al checo Thomas Berdych (7-6 y 7-5), en un primer set en el que el escocés estuvo cerca de perder. Aguantó hasta siete puntos de manga, cinco de ellos consecutivos (6-1).
"Hoy sentí un poco más de nervios antes del partido que en el principio de la semana, pero luego se me pasó (...) Nunca estuve en esta posición antes (la de poder ser número uno). De todas formas, no me importa ponerme nervioso. Creo que es bueno. Me ayuda", apostilló.
Para llegar a la posición de número uno, Murray reivindicó que ha tenido un trabajo de 12 meses marcados por la "consistencia".
"Ser el número 1 sería genial, pero no era mi objetivo en el comienzo de la semana", terció el escocés para rebajar la presión.