(Actualiza con rival de Del Potro)París, 2 jun .- Juan Martín del Potro y Diego Schwartzman estarán entre los 16 mejores de Roland Garros, lo que sitúa a Argentina entre los mejores países de la edición, porque ninguno cuenta más de dos representantes en octavos en el cuadro masculino.
Dos tienen también España, con Rafa Nadal -que busca su undécima corona- y Fernando Verdasco; Alemania, con Alexandre Zverev y el sorprendente Maximilian Marterer; e Italia, con Fabio Fognini y el no menos inesperado Marco Cecchinato.
Delpo se reencontrará con los octavos de París por vez primera desde 2012, tras un recorrido brillante, solo marcado por la pérdida de su set de debut contra el francés Nicolas Mahut.
A partir de ahí, su juego ha ido mejorando, solidificándose y ganando enteros, con un punto álgido hoy frente a un especialista en la tierra batida como el español Albert Ramos, cuartofinalista en 2014, a quien fue minando a lo largo de los minutos para acabar por derrotarle por 7-5, 6-4, y 6-1 en dos horas y 18 minutos.
"He tenido suerte en el primer set, para mi era importante ganar el primero ante un rival que es un especialista sobre tierra batida, luego he podido controlar bien el partido y he jugado bien los momentos importantes", analizó el de Tandil.
Con 32 golpes ganadores doblegó al español, que tuvo oportunidades en el primer set, pero no pudo evitar el triunfo 82 del argentino en Grand Slam.
Cayó del lado de Del Potro tras romper en el duodécimo juego, después de que ambos se hubieran arrebatado una vez el servicio cada uno.
En el segundo saltaron las alarmas cuando Ramos quebró en el quinto y el de Tandil comenzó a dar síntomas de fatiga. Amenazaba con irse del partido, pero en ese momento reaccionó. Cuando el español servía para ponerse 4-2, Del Potro sacó su mejor versión para ganar el servicio de su rival e igualar la contienda.
Una serie de cinco juegos consecutivos permitieron al argentino cerrar la segunda manga y dejar encarrilada la tercera, en la que la resistencia de Ramos se fue minando para ceder con menos resistencia que en las dos anteriores.
Para su retorno a cuartos de final que ya jugó en 2012, su techo en el torneo, tendrá que derrotar al estadounidense John Isner, noveno cabeza de serie y vencedor ante el francés Pierre-Henri Herbert por 7-6 (1), 6-4 y 7-6 (4).
Para Schwartzman serán los primeros octavos en París y los terceros consecutivos en un Grand Slam, lo que demuestra que al de Buenos Aires le gustan los grandes, como confesó tras derrotar al croata Borna Coric por 7-5, 6-3 y 6-3 en dos horas y 31 minutos.
"Vengo sintiendo que en los Grand Slam me gustan, me gusta jugar a cinco sets y me da confianza el formato, todo lo que se genera, la gente que viene a verlo. Me hace jugar mi mejor tenis", aseguró el favorito 11.
Gana en seguridad y en fortaleza, pero también en serenidad a la hora de afrontar los duelos importantes el menudo tenista argentino, que llega sin perder un set a la segunda semana, aunque la entidad de los rivales tampoco permite ser concluyente.
Coric, el más correoso de todos, se deshizo como un azucarillo en su tenis sólido del fondo de la pista, bien aderezado con dosis de agresividad que fueron acabando con la resistencia del croata.
"Cada año estoy jugando mejor y me hace llegar con más seguridad a la segunda semana", analizó Schwartzman.
El pupilo de Juan Antonio Chela, ha superado ya su actuación del año pasado, cuando en tercera ronda topó con el serbio Novak Djokovic en su mejor versión. Pero vendió cara su piel y le llevó hasta los cinco sets.
En su camino a los cuartos, que serían los segundos en un grande tras los que jugó el año pasado en Estados Unidos, su techo en este tipo de torneos, Schwartzman deberá vencer al sudafricano Kevin Anderson, sexto cabeza de serie, que ante el alemán Mischa Zverev cedió el segundo set del torneo, para acabar ganando 6-1, 6-7(3), 6-3 y 7-6(4) en dos horas y 47 minutos.
Será un duelo desigual, por la altura. Los 170 centímetros del argentino, uno de los jugadores de menor talla del circuito, contra los 203 del sudafricano, uno de los techos, un sacador nato, contra quien nunca ha ganado en dos intentonas, pero a quien complicó un partido en el Abierto de Australia de 2015, su único duelo en un grande.