Antonio Torres del CerroParís, 5 jun .- España busca acercase a un doblete que solo logró en 1994 y 1998 para lo que necesita que Rafael Nadal y Garbiñe Muguruza ganen este miércoles en los cuartos de final de Roland Garros al aguerrido argentino Diego Schwartzman y a la contundente Maria Sharapova, respectivamente.
Para reeditar los dobletes de 1994 (Sergi Bruguera y Arantxa Sánchez Vicario) y de 1998 (Carlos Moyá y la propia Sánchez Vicario), Nadal, defensor del título, tendrá enfrente a un rival cuya pequeña talla (1,70 metros) no es para nada un reflejo de las dificultades que presenta en la cancha.
El ganador diez veces de la Copas de los Mosqueteros aseveró que espera ante "El Peque", duodécimo del mundo, "un partido muy duro" frente a un tenista que suple su escasa estatura con dosis extra de combatividad y la perseverancia.
La segunda mejor raqueta argentina, ganador del torneo de Río de Janeiro este año, se ha mostrado como un especialista en la tierra batida, y en este Roland Garros ha alcanzado su mejor marca, unos cuartos. Viene además de tumbar al gigante sudafricano Kevin Anderson (séptimo) con una épica remontada.
El historial entre ambos es favorable al ganador de 16 Grand Slams, pues en las cinco veces que se han enfrentado, el triunfo ha caído del lado español, las dos últimas este año, en Madrid (6-3 y 6-4) y en el Abierto de Australia, donde el argentino logró arañar un set, 6-3, 6-7 (4), 6-3 y 6-3.
Tanto Nadal, de 32 años, como Schwartzman, de 25, también tienen sintonía personal. El tenista de Buenos Aires ha ido a entrenarse los dos últimos años a las instalaciones de la academia de tenis del español, en Mallorca.
"Preparó Roland Garros en la academia, pero no le voy a invitar nunca más porque, cada vez que viene, sale disparado", bromeó ante los periodistas Nadal.
Muguruza, vencedora de Roland Garros en 2016 y de Wimbledon en 2017, se mide con una campeona de los cuatro grandes y considerada unas de las mejores jugadoras de este siglo, Maria Sharapova, de 31 años.
Las dos son jugadores agresivas y de portentoso físico, 1,82 metros para la española, 1,88 para la rusa.
De vuelta a Roland Garros después de purgar 15 meses de sanción por dopaje, Sharapova llega embalada, sobre todo por contundentes triunfos como el que logró ante la sexta raqueta del circuito, la checa Karolina Pliskova.
La siberiana accedió a los cuartos de final sin entrar a la pista. Su esperado choque ante la estadounidense Serena Williams no se jugó por la retirada de Williams, quien alegó problemas físicos.
Muguruza tampoco podrá aducir cansancio físico. Disputó el lunes apenas 20 minutos debido al abandono de su rival, la ucraniana Lesia Tsurenko, aquejada de problemas musculares.
"Es un buen partido, unos buenos cuartos, me apetece jugar mucho este partido. No veo a ninguna favorita. Las dos somos unas jugadores agresivas", analizó la jugadora nacida en Caracas en 1993.
Los enfrentamientos ante la rusa son desfavorables para la española: cedió la última vez en 2014 en el Masters de Canadá, de pista dura.
En la tierra de Roland Garros también se retaron ese mismo año, en unos cuartos de final -en el que se dejó remontar un set de ventaja-, y un año antes en la arcilla de Roma, todos ellos del lado de la rusa.
Muguruza, de 24 años, sostuvo que ese historial no tiene porqué influir de nuevo: esos partidos fueron "hace mucho tiempo", aclaró.