El extenista Juan Carlos Ferrero, que el próximo martes 13 de noviembre recibirá en Madrid el Premio Ciudad de la Raqueta en la categoría de trayectoria Tenis, señaló en una entrevista facilitada por la organización de este galardón que en su carrera ganó mucho más de lo que esperaba.
Ferrero se convirtió en el segundo jugador español en conseguir alcanzar el número mundial, tras Carlos Moyà, además de ganar Roland Garros, tres ediciones de la Copa Davis y un total de 16 torneos ATP.
"Si me hubiesen dicho cuando empecé a jugar al tenis todo lo que iba a conseguir, no me lo hubiera podido creer. Gané la Copa Davis varias veces, un Roland Garros, fui número uno del mundo. Es mucho más de lo que podía haber esperado", explicó.
El exjugador valenciano apuntó que, pese a la satisfacción por lo conseguido a lo largo de su trayectoria profesional, le faltó ganar "la final (Copa Masters) ante Hewitt en Shanghái, el haber podido ganar algún Grand Slam y algún torneo más. Pero la sensación que tengo es que siempre lo di todo, que peleé por grandes objetivos y algunos de ellos los puede conseguir".
Echando la vista atrás, reconoció que el año 2003 fue el mejor de su carrera. "Gané Roland Garros, fui número uno del mundo, disputé finales muy importantes, gané cinco torneos. Fue un gran año. Notas que estás bien, pero es complicado predecir lo que iba a pasar. Por ejemplo, los Grand Slam son impredecibles. Puedes estar muy bien, pero en siete partidos pueden pasar muchas cosas", señaló.
Sobre sus inicios, Ferrero recordó que aunque logró buenos resultados en las categorías inferiores no tenía la certeza de poder llegar primero al campo profesional y después hacer algo importante.
"He visto muchos jugadores hacer grandes resultados en categorías inferiores y después no llegar. Yo con 13, 15 o 16 años, ya hacía muy buenos resultados. Con esa edad ya no ves tan lejos el poder llegar a ser profesional. Con 17 años tenía los mejores resultados posibles. Se podía vaticinar que iba a ser un buen jugador, pero incluso con esas circunstancias no es tan fácil acertar", aseguró.
Tras su retirada en el año 2012, ha seguido ligado al tenis a través de numerosos proyectos como su Academia, entrenando jugadores y siendo director de un torneo ATP 500 en Valencia.
"De todo, con lo que me quedo es con haber seguido ligado al mundo del tenis tras mi retirada. La Academia Equelite JC Ferrero es muy importante por todo lo que hemos hecho y estamos haciendo", indicó.
"Ahora estoy también muy ilusionado con el trabajo que estoy llevando a cabo con un jugador con mucho talento y muy joven como es Carlos Alcaraz. Todo el mundo habla de Zverev, pero eso ya ha pasado y estoy centrado en Carlos. Trabajar con uno o con otro son objetivos diferentes. Con Carlos está todo por hacer y eso me ilusiona", agregó.
Ferrero lamentó que finalmente tuviera que vender los derechos del torneo que se celebraba en Valencia tras la falta de apoyo económico. "El Valencia Open era un torneo de un gran nivel, conocido a nivel mundial y que se disputaba en un entorno singular. Me da mucha pena que no quede nada de aquello", lamentó.
Sobre su academia de tenis, recalcó que "poco a poco nos hemos ido haciendo un nombre. Es un proyecto que funciona de maravilla. Hemos sacado jugadores profesionales y tenemos un sistema de trabajo muy consolidado. Hemos formado buenos jugadores, pero también buenas personas y eso es algo de lo que estoy muy orgulloso".
Ferrero, que no aceptó la oferta de ser capitán español de Copa Davis debido a que entrenaba a Alexander Zverev, apuntó que dicha posibilidad de cara al futuro "está en un segundo plano. Llegará en un futuro si llega. Ahora estoy centrado con Carlos Alcaraz y en que los jugadores y la Academia estén bien", concluyó.