Quizás este reportaje podría haberse hecho en 2019 o incluso en 2018. Con Rafa Nadal absolutamente nada es descartable. Pero la historia cuenta que fue en 2005, y no en los dos años de inoportunas lesiones anteriores, cuando el español derribó la puerta de la élite del tenis mundial para quedarse en ella varios lustros. Este 2020 se cumplen tres, aunque nadie descarta que en 2025 siga ganando torneos importantes, al menos en tierra batida. Ya lo profetizó Nicolás Almagro. Si bien se convirtió en el tenista más joven en alcanzar varios hitos, accediendo al profesionalismo en 2002, el primer año mágico de Rafa Nadal fue 2005. Una temporada que ya es historia del deporte.
El manacorense firmó algo espectacular. A sus 19 años, dejó atónitos a todo el circuito mundial. Empezando por el gran Lleyton Hewitt, a quien casi tumba en cinco recordadísimos sets en el Open de Australia. Primer aviso serio de que llegaba el huracán. La magia empieza en Montecarlo: estamos ante su primer Masters conquistado, batiendo un récord de precocidad. Repetiría en Roma, Madrid y en Montreal, derrotando allí a una leyenda como Andre Agassi. Pero el plato fuerte llegó a mitad de año. Al fin podía jugar en Roland Garros y nada mejor que celebrarlo conquistando dicho Grand Slam y dando buena cuenta del número 1, Roger Federer, en semifinales. Pasó sin pena ni gloria por Wimbledon y por el Open USA, aunque tomó buena nota de cara al futuro.
Aquellos 11 torneos ganados con sólo 18 y 19 años inauguraron una época histórica del deporte español que aún hoy sigue brillando. Quince años después, Rafa Nadal es el número 2 del mundo, acumula 20 Grand Slams, 35 Masters, 32 torneos ATP (500, 250 y Challenger), cinco Copa Davis y dos oros olímpicos. El balear mantiene un récord positivo con todos los tenistas con los que ha jugado más de diez partidos salvo Novak Djokovic (27-29) y Nikolay Davydenko (5-6).
La supervivencia de Rafa Nadal en la cúspide del tenis durante tanto tiempo, alternándose con los otros dos miembros del llamado big-3, Djokovic y Federer, apenas tiene precedentes. El español es el único tenista en ser número 1 del mundo en tres décadas diferentes (lo alcanzó por vez primera en 2008, hace 12 años) y sólo es superado por tres hombres en número de partidos ganados (1004): Jimmy Connors (1.274), Roger Federer (1.242) e Ivan Lendl (1.068). Se ha sobrepuesto a múltiples lesiones que, afortunadamente para ellos, no sufrieron sus máximos rivales. Precisamente a estos, Nadal les venció en sus superficies favoritas tras exhibir una capacidad de adaptación sin parangón.
Ahora el de Manacor se prepara para su 19º año en el circuito profesional, con la mente puesta en seguir agrandando una leyenda que comenzó allá por 2002 pero que tuvo su particular big bang en 2005, hace justo 15 años. Se dice pronto. Al igual que este reportaje se pudo haber hecho antes (dos inoportunas lesiones de tobillo y codo le impidieron participar en Roland Garros 2004 y 2005), quizás dentro de unos años quede obsoleto y haya que actualizarlo poniendo aún más en valor lo conseguido por el mejor deportista español de todos los tiempos y con argumentos de peso para destacarlo también como el mejor tenista de siempre.