Rafa Nadal ha dicho adiós al Open de Australia 2023 en segunda ronda tras lesionarse ante McKenzie McDoland. Una derrota en tres sets muy dolorosa que, sin embargo, ha dejado una imagen que ejemplifica la leyenda que es Rafa Nadal. En lugar de retirarse, el de Manacor ha decidido seguir en la pista hasta el último punto permitiendo la victoria del nº 65 del ranking ATP.
Tras el encuentro, Rafa Nadal ha dejado discurso enigmático, muy reflexivo y a la vez muy preocupante si nos fijamos en lo que deja ver sobre su futuro. “No tengo derecho a quejarme pero el vaso se va llenando y el agua puede salirse”, ha dicho Nadal sobre sus lesiones y sobre lo que lleva soportando en los últimos años en cuanto a dolor.
Rafa Nadal llegaba a Australia con la ilusión de defender puntos y el título logrado el año pasado. No ha podido ser por culpa de una nueva lesión en su cadera. Sobre el alcance de la dolencia, el tenista ha dicho que tendrá que esperar a hacerse una resonancia ya que no sabe si se trata de una afectación sobre el hueso o el cartílago o de una rotura muscular. Lo que sí ha dejado claro el 22 veces ganador de una Grand Slam es que su intención es clara: quieres seguir jugando al tenis. Sin embargo, su discurso ha sido muy honesto, sin ocultar que está probablemente en el momento más bajo anímicamente de su extensísima carrera deportiva.
Por delante, recuperarse de esta nueva lesión y buscar la manera de volver a estar a punto para una temporada que, ya en un principio, se había planteado para jugar lo mínimo y solo los torneos grandes. Para los aficionados, son momentos difíciles en los que hay que ser honestos y reconocer sin aspavientos que el final de la carrera del que es, con casi toda seguridad, el mejor deportista español de todos los tiempos, está cerca de ver el final.