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La desgarradora celebración de Djokovic en el suelo sin poder parar de llorar tras ganar el Open de Australia

Djokovic, llorando tras ser campeón del Open de Australia.
Escribo de todo, y a veces incluso lo hago bien.

Novak Djokovic se proclamó campeón del Open de Australia. Lo hizo venciendo al griego Stefanos Tsitsipas por 6 – 3, 7 – 6, 7 – 6. El serbio levanta así su 22 Grand Slam, cifra con la que empata a Rafa Nadal en torneos grandes. Djokovic, que estuvo vetado el curso pasado por no estar vacunado contra la COVID-19, no pudo contener las emociones y se echó a llorar cuando se reencontró con los suyos.

En el vídeo superior, el desgarrador momento de Djokovic reencontrándose con sus familiares, amigos y equipo técnico en la grada a lágrima viva.

Djokovic y las emociones

Ha sido un torneo, como dijo él, de ‘montaña rusa’ para el serbio. Llegó al torneo generando ciertas dudas sobre su estado físico. En la segunda ronda, contra Couacaud, no pudo contener más su dolor y tuvo que pedir asistencia médica en el segundo set. En la siguiente, contra Dimitrov, ‘sobrevivió’ pese a los dolores y comentó que cuando se acaba el efecto de las pastillas antiinflamatorias su juego sobre la pista es una incógnita.

Quizás ha sido la superación de estos dolores físicos lo que le hizo llorar al final del torneo. Quizás fue que ha vuelto a ser número 1 quitándole el puesto a Carlos Alcaraz, que no estuvo en Australia por lesión. Quizás es que ha empatado a 22 Grand Slams con Nadal. Seguramente, sea un poco de todo.

El análisis de Novak

"Venir a Australia era algo que me hacía mucha ilusión porque, ya lo he dicho antes, sinceramente me siento muy bien en Australia. Mis resultados lo demuestran. Tenía muchas ganas de volver aquí, quería jugar. Conociendo mis registros en el Open, siempre me gustan mis posibilidades. Terminé la temporada pasada de la mejor manera posible. Jugué muy bien. Hice una gran preparación”, comenzó diciendo en la rueda de prensa después del partido.

"Por supuesto, teniendo en cuenta el torneo del año pasado, estaba un poco más nervioso al llegar aquí, no sabía cómo me iba a recibir la gente. Pero en general fue una experiencia muy positiva. De nuevo, no habría podido hacer lo que hice en Adelaida y aquí si no me sintiera bien dentro y fuera de la pista. Por supuesto, había cosas que estaban sucediendo, también los acontecimientos de los últimos días con mi padre, (la polémica con su camiseta apoyando a Rusia) que no eran fáciles de manejar para mí, especialmente en estas últimas etapas de un Grand Slam. Pero tenía que mantener la calma. Por eso dije al responder a la primera pregunta que me costó una enorme cantidad de energía mental y emocional mantenerme firme, mantener mi concentración", concluyó.

Djokovic besa su décimo Open de Australia (FOTO: Cordón Press).

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