La historia del ex top 10 Lucas Pouille: renace en Roland Garros tras superar el alcoholismo y depresión

Lucas Pouille es un tenista francés que durante 2018 llegó a posicionarse en el puesto 10 del ranking ATP. Después de estar casi en lo más alto, salió a la luz la historia de Lucas y su problema con el alcohol. El francés no quería seguir compitiendo al más alto nivel y dejó de lado las raquetas.

Pouille tuvo graves síntomas de depresión y alcoholismo, después de sufrir lesiones físicas. El propio tenista confesó que dormía tan solo una hora por noche y atravesó por los peores momentos de su vida. En la cabeza del francés surgió la idea de retirarse y dejar de ser tenista profesional. "Terminé en un hospital de Niza durante dos semanas en una cama hiperbárica para ayudarme a curar más rápido, rodeado de enfermos, moribundos, cánceres terminales… Me daba mucho miedo. No podía pegar un ojo, me hundía, me despertaba con los ojos desorbitados. Sentía que iba a terminar en un manicomio", contó Lucas en una entrevista con L'Équipe.

Pasó de jugar torneos de alto nivel, a disputar Challengers. En este 2023, estuvo presente en Nonthaburi, Quimper, San Luis Potosí, Sarasota y Tallahassee, y no obtuvo buenos resultados, ya que, por lo general, cayó en las fases clasificatorias. Ha llegado a bajar hasta el puesto #670 del ranking ATP. 

Lucas Pouille, el Roland Garros como punto de inflexión

A pesar de todos los altibajos que ha vivido en su vida personal, después de mucho trabajo, Lucas ha conseguido volver a clasificarse para el cuadro final del Roland Garros. El tenista francés compitió en la fase clasificatoria gracias a una invitación especial y consiguió entrar en la fase final del Gran Slam.

El jugador de 29 años venció a Jurij Rodionov por 1-6, 7-5 y 6-0, en un partido que tuvo que remontar, pero nunca perdió la esperanza. Tras conseguir el punto que le dio la clasificación, se pudo ver a toda su familia y al propio tenista emocionados en la pista. "Estoy muy orgulloso de mí mismo y feliz. Para mí, para todas las personas que me han estado ayudando durante meses tratando de volver. Ganar frente a mi familia, mis amigos y toda esta gente en este estado al final del partido es una liberación", aseguró el tenista tras la clasificación.

Lucas Pouille ha reconocido que no ha pasado por una buena etapa de su vida, pero que está dispuesto a volver a convertirse en tenista de élite. "La verdad es que no fue un buen momento, pero hoy sonrío y estoy contentísimo en el campo", ha asegurado Pouille. 

Además, ha hablado de su estado físico para lo que resta del torneo:" Voy a tener que relajarme mucho, hacer toda la recuperación y el tratamiento que necesite. Tomarme un tiempo para mí mañana y luego volver a entrenar al final de la tarde”, sentenció el francés. Pouille ve el Roland Garrós como el punto de inflexión definitivo en su vida para poder salir del pozo en el que había caído.