Rafa Nadal sigue limpiando la pista en la que entrena en su Academia y hay un motivo

En los últimos días se ha hecho viral un vídeo de Rafa Nadal barriendo una de las pistas de su academia tras uno de sus entrenamientos. Podría ser un simple gesto de un tenista implicado, responsable y humilde, pero esos pasos alisando la tierra batida encierran una historia que explica las bases del éxito del manacorí.

La educación y la disciplina, las grandes claves

En el libro 'Rafa, mi historia' se recogen anécdotas y experiencias desde la infancia del tenista hasta que se convirtió en uno de los más grandes de la historia del tenis. Una de ellas tiene que ver con la disciplina y la educación con la que creció al lado de su tío y entrenador durante muchos años, Toni Nadal.

Cuenta el propio Rafa, en el libro escrito junto a John Carlin, cómo eran aquellos primeros entrenamientos llenos de exigencia, dureza y sacrificio. Su tío le exigía como al que más. El mallorquín debía ser el que más pelotas recogía, entrenaba sin botella de agua y, por supuesto, barría la pista cada vez que terminaba de utilizarla.

Una lección de vida para Rafa Nadal

Nadal, en su inocencia, llegó incluso a preguntarle a Toni el por qué todas esas responsabilidades y retos recaían sobre él en vez de en los demás niños. Su entrenador, hasta 2017, le dio una lección que lleva consigo hasta hoy día.

“Soporta todo lo que se te presente. Aprende a superar tus debilidades y el dolor. Empújate hacia el límite, pero nunca te rompas. Si no aprendes esa lección, nunca tendrás éxito como deportista profesional”.

Así se forjan los campeones

No todo el mundo está preparado para aguantar la presión que aguantan los deportistas de élite. Están hechos, como el propio Rafa Nadal, de otra pasta. Y su tío sabía que estaba destinado a grandes cosas.

No se entiende el éxito a gran escala sin haber recibido una preparación física y mental desde una temprana edad. Nadal comenzó a esbozar una mentalidad ganadora en su infancia que se ha ido forjando a base horas y horas en las pistas del mundo del tenis. Ganando, perdiendo y, sobre todo, superando situaciones adversas al nivel de muy pocos mortales.

Todo ello, al final, ha servido para que su nombre esté escrito con letras de oro en la historia del tenis.