Rafa Nadal es un ícono del tenis mundial el mundial. Uno de los personajes más interesantes y enigmáticos del momento, pues el manacorí no suele hablar con candidez y franqueza de su situación actual; esa misma que lo mantiene fuera de las pistas. Pero en una nueva entrevista para Movistar, decidió sincerase su estado físico actual y los dolores que le aquejan, entre otros temas.
Hablando sobre su tiempo fuera del deporte, comentó que aprovechó el parón para operarse de la cadera, además del psoas, y que intenta "disfrutar de otras cosas que hay en la vida".
"Me operé de la cadera el día 2 de junio y desde ahí he estado haciendo otras cosas que no había tenido la oportunidad de hacer nunca. Estoy intentando y consiguiendo disfrutar de otras cosas que hay en la vida. He vivido diferentes fases. Cuando estuve en la Academia, la última vez que aparecí en público y fue el día del anuncio, no sabía que me tenía que operar. En aquel momento necesitaba un punto y aparte".
"Hice otra ronda de consulta médica, de analizar todo lo que estaba ocurriendo en el psoas y, al final, vi que no había manera de recuperarlo. El psoas estaba muy mal, me dijeron que si no me operaba no me iba a recuperar. Tomé la decisión de operarme, y desde ahí, parece que la operación ha salido bien".
Rafa reconoció que ha estado cinco semanas de vacaciones en el mar y que cuando no juega ve "muy poco" tenis "por pura desconexión" y que cuando lo hace no le cambia el carácter: "(...) he pasado varios meses de recuperación. Los primeros fueron complicados, con dolor, pero después he tenido la suerte de desconectar, de pasar tiempo en familia, de irme 5 semanas fuera de casa... y lo he disfrutado. Ahora he vuelto al trabajo, hace muy poco".
''Vivo el día a día con la ilusión de darme la oportunidad de tener la opción de decidir''.#NADALenMovistarPlus pic.twitter.com/wYBbVqL8Qm
— Tenis en Movistar Plus+ (@MovistarTenis) September 18, 2023
"Me cambia el carácter cuando tengo mas dolor de la cuenta. Vivir con dolor diario es más complicado. Ahora no vivo sin dolor, pero vivo con un dolor controlado que no me amarga la vida. Por ello mi carácter está bien".
"Estoy más triste o más "jodido" cuando tengo más dolor de la cuenta. Tengo un pie muy mal y muchas veces no me deja vivir tranquilo, muchas veces me cuesta bajar la escalera de casa por las mañanas. Cuando eso ocurre, que ocurre, es difícil estar muy feliz", afirmó.