Novak Djokovic se está convirtiendo en mucho más que un tenista. El serbio es toda una institución dentro del circuito y, sobre todo, en su país. El ganador de 24 Grand Slams es actualmente el número uno del tenis mundial, un distintivo que demuestra tanto dentro como fuera de las pistas. El balcánico es uno de los principales impulsores del talento joven dentro de las fronteras de su tierra natal y uno de sus protegidos es Hamad Medjedovic.
Djokovic, a sus 36 años, ayuda a las jóvenes promesas serbias a hacerse un hueco en el circuito profesional gracias a un fuerte apoyo económico. El último en disfrutar de esta mano extendida es Hamad Medjedovic. El tenista serbio de 20 años es en estos momentos el número 107 del mundo. A su corta edad está a las puertas de entrar en el top 100 gracias a su gran 2023, donde ha sido semifinalista en los ATP de Astana y Gstaad además de proclamarse campeón en el Challenger de Mallorca.
El entrenador del joven tenista serbio es Viktor Troicki, capitán del equipo balcánico de la Copa Davis y amigo cercano de Novak Djokovic. Otro de los motivos para que el consagrado tenista crea en las posibilidades de futuro de su apadrinado.
Medjedovic sólo tiene palabras de agradecimiento para su ídolo, que siempre está ahí para todo lo que necesita. "Me ha estado ayudando económicamente. Me ha dado todo lo que necesitaba para mi carrera. Lo cubrió todo. Simplemente me ayudó cuando lo necesité y todavía me está ayudando de muchas maneras. Me alegro de que esté ahí para mí", ha confesado al medio serbio Sportal.
El padre del tenista ha recordado cómo fue la primera conversación con el actual número 1 del mundo y cómo se tuvo que "pellizcar para convencerme de que todo esto estaba pasando". Así lo cuenta. "Recuerdo una conversación con Novak. Hablamos específicamente de los pasos en la carrera de Hamad. Me tuve que pellizcar para convencerme de que todo esto estaba pasando. Me estaba dando ideas sobre qué hacer con Hamad", ha explicado.
Fue ahí cuando el tema económico entró en escena. "Recuerdo haberle dicho: '¡Nole, lo siento, pero todo cuesta dinero!' Continúa, me sugiere un entrenador, habla de cómo lo haremos, lo que haremos y añade: '¡Le toca a Hamad entrenar, yo haré el resto!' Le digo de nuevo: '¡Nole, cuesta dinero!".
Pero Djokovic se hizo cargo de todo. "No gastamos ni un centavo, y créanme, eso no es una pequeña cantidad en el mundo del tenis, al contrario. Imagínate, el mejor jugador del mundo llama a mi hijo para trabajar juntos en la pretemporada, es como si Messi o Ronaldo te dijeran: ‘juguemos un poco de fútbol’ o ‘avísame si necesitas algo", ha contado.
Por último, ha hecho especial hincapié en el tipo de persona que es el serbio. "Este tipo de cosas son raras en el mundo de hoy, pero gracias a Dios todavía hay personas a las que no les importa sólo el dinero, sino el lado humano de las cosas", ha finalizado.
Ambos tenistas compartirán equipo en las finales de la Copa Davis en Málaga.