Novak Djokovic ha anunciado en sus redes sociales que Murray deja de ser su entrenador. El escocés se había unido a su equipo el pasado mes de enero, pero unos meses después anuncia que separan sus caminos.
Lo hace justo a las puertas de un Grand Slam ya que el próximo 25 de mayo comienda Roland Garros. “Gracias, entrenador Andy, por todo el esfuerzo, la diversión y el apoyo durante los últimos seis meses dentro y fuera de la cancha. Disfruté mucho profundizando nuestra amistad”, decía en el tuit.
Thank you, coach Andy, for all the hard work, fun & support over last six months on & off the court. I really enjoyed deepening our friendship together 🙏 pic.twitter.com/iXqkdIN2Gb
— Novak Djokovic (@DjokerNole) May 13, 2025
"Gracias, Novak, por la increíble oportunidad de trabajar juntos y gracias a su equipo por todo el trabajo duro durante estos seis meses. Le deseo a Novak lo mejor para el resto de la temporada", añadió el escocés.
Murray se estrenó como entrenador de Djokovic el pasado enero en el Abierto de Australia, donde el serbio ha ganado en diez ocasiones, pero el undécimo entorchado se truncó en semifinales, al retirarse por una lesión muscular.
A la decepción en Melbourne le siguió una derrota en primera ronda en Doha y en Indian Wells, una final en el Masters 1.000 de Miami y una paupérrima gira de tierra batida en la que perdió en sus debuts en Montecarlo y en Madrid. A Roma no se presentó y su próxima aparición en el circuito será la semana que viene en Ginebra, justo antes del comienzo de Roland Garros.
Antes de colaborar, Murray y Djokovic mantuvieron una de las rivalidades más interesantes del tenis, con 37 enfrentamientos en los que lideró el serbio con 26 triunfos por 11 del británico.
Se midieron en siete finales de Grand Slam, con Djokovic triunfando en cinco de ellas, a excepción de la de Wimbledon 2013 en la que Murray se convirtió en el primer británico en ganar en el All England Club en 76 años.
Además, en 2016 vivieron una de las mejores batallas por el número uno del mundo, con el puesto en juego en la final de la Copa de Maestros que se llevó Murray.