Y el Promesas sonríe

La rueda de prensa de Luis César Sampedro después de que el primer equipo cayera (2-1) en su visita de este sábado ante el Albacete Balompié dejaba el titular del entrenador gallego de que el primer equipo blanquivioleta "necesita" una victoria. El míster gallego piensa que, con ella, se podrá ver todo lo que puede dar su equipo. Así lo cree, como bien le ha demostrado el Real Valladolid Promesas pocas horas después. El equipo de Miguel Rivera recibía a la Gimnástica Segoviana tras la importante victoria (2-1) ante el Racing de Ferrol y mostraba esa cara que el entrenador andaluz quiere. La liberación de la victoria, aseguraría Luis César.

 
Con los tres puntos ante el equipo gallego, la sensación era de que el equipo filial podría mostrar su mejor versión en un "nuevo tren" hacia la salvación. El rival, directo por el objetivo, hacía que el duelo fuera uno de esos que vale seis puntos por los tres que uno suma y los tres que el rival no acumula. Por suerte, el Promesas suma una nueva victoria, la tercera de la temporada, para respirar, soñar, crecer, confirmar sensaciones.
Todo sumaba para un filial que remontaba el partido con un tanto en el tiempo añadido. En un duelo con tres expulsiones, la superioridad numérica que tuvo el equipo de Miguel Rivera en el último cuarto de hora resultaba vital para que los pucelanos dieran la vuelta al marcador y puedan llegar a los 15 puntos. Siguen como colistas, pero con otra cara bien diferente.

Asier rompe la igualdad

Con todo, el Promesas no podía esperar a saber qué ocurría durante el partido ni qué proponía el rival. Debía proponer e ir a por él. Bajo este patrón y exigencia, los de Rivera mandaron en el inicio del encuentro. Fueron mejores con el balón y propusieron más. Eran los dominadores ante una Gimnástica Segoviana que esperaba muy replegada en su campo los ataques del filial pucelano. Esperándoles y buscando los espacios, el equipo visitante esperaba a tener una oportunidad que asustara al Promesas. Con el dominio, un susto haría temblar las piernas del joven equipo vallisoletano.
Dicho y hecho. La última victoria no ha cambiado el miedo pucelano ya que tras pasar la media hora, la Gimnástica se hizo con el control del partido. Desde un estilo muy pragmático, los de Abraham García marcaban territorio sobre la meta de Tanis Marcellán. Asustaban y mostraron que iban en serio en el minuto 34 con un disparo al larguero de Fernán Ferreiroá.

Tras el susto, el filial blanquivioleta daba un paso atrás y, con él, la Gimnástica Segoviana se crecía. Comenzaba su momento en el partido y su ventaja en el marcador. Los últimos 10 minutos de la primera parte eran segovianos y, en ellos, llegaría el tanto de Asier Arranz. El exjugador pucelano rompía la igualdad cerca del descanso, poniendo a prueba la fuerza y las variantes del equipo local.

Tres expulsiones

El partido se ponía cuesta arriba, pero el Real Valladolid Promesas quería sonreír. Quería esa segunda victoria consecutiva y la pelearía hasta el último segundo. En esta ocasión la moneda caía cara y el filial pucelano llega hasta los 15 puntos. Lo hace después de superar el marcador con los goles de Luis Suárez y de Juan Becerra. Que ese segundo tanto llegase en el tiempo de descuento de partido suma importancia, heroicidad y fuerza a un filial que sigue creciendo y que ganaba un partido marcado por las expulsiones.
El colegiado castellano-manchego Cambronero González, expulsaba a tres jugadores, dos por parte visitante y a David Mayoral. Si bien el Pucela tuvo la superioridad numérica en el inicio de la segunda parte y en el tramo final del partido, ambas fueron aprovechadas para dar la vuelta a un partido que, por fin, deja respirar al equipo de Miguel Rivera. Por fin. Tras 18 partidos ya era el momento.