[Reportaje] ¿Quién NO es Sombra?
El hilo de Sombra es un gran ejemplo de una comunidad que se hunde en sus propias especulaciones sin llegar a ningún puerto. Han sido muchas las teorías sobre el personaje más misterioso de Overwatch hasta la fecha, tantas que el asunto se le ha ido de las manos a Blizzard.
Repasaremos todas esas especulaciones que no han llegado a cumplirse, y que en principio llegaban incluso a considerar a Ana como Sombra. De hecho, cualquier indicio de nuevo personaje pasaba por ser considerado Sombra en algún momento.
El famoso periódico en las calles de El Dorado fue una de las primeras pistas sobre Sombra, enigmático personaje que podía fácilmente ser un nuevo héroe que se añadiría a las filas del juego tarde o temprano.
Más pistas dejadas por los mapas intensificaban la idea de que efectivamente existiría un personaje llamado así, que era un hacker y una mujer.
Pero todo acabó retorciéndose en la dirección equivocada. Los datos conocidos se entremezclaron con muchas otras hipótesis y teorías, cada vez más grandes y ocupando más páginas de los blogs de Reddit.
La más curiosa fue esa confusión entre Sombra y el personaje de Ana Amari, que también tuvo su personal línea de pistas. Pero, por supuesto, la comunidad seguía mezclando y dando palos de ciego:
Muchos decían abiertamente que Ana era Sombra. No se conocía el nombre de la madre de Pharah, así que era más sencillo dar por hecho que se trataba de la misteriosa hacker. El atuendo también se parecía bastante al de la foto del primer periódico, con capucha incluida, y eso favorecía esas pesquisas.
¿Quizás Ana lo fue en principio, hasta que se le adjudicó un nuevo rol? No puede descartarse del todo, teniendo en cuenta que el atuendo oficial de Sombra no tiene nada que ver con esa primera imagen publicada en el periódico.
Y por supuesto, tampoco acertaron.
Crearon incluso extraños bocetos que mezclaban la idea vaga que tenían de Sombra con el atuendo de Ana, creando un híbrido que poco tendría que ver realmente con ninguna de las dos heroínas de Overwatch.
También existen muchos temas sueltos sobre miembros de la organización antigua que podrían seguir vivos o no. Sombra podría haber sido cualquiera de ellos, y las imágenes y fotos reveladas por los desarrolladores sobre aquella época han permitido que aumenten aún más las especulaciones. Sombra ya podía ser cualquiera:
Pero al final ninguna de esas ideas tenían ninguna base en la que apoyarse, y todo se acabó demostrando en la propia BlizzCon, cuando se presentó a la Sombra real. Pero el misterio no acabó ahí.
El no saber su identidad ni nombre reales ha llevado a que una nueva teoría sobre Sombra tomara forma en la red y cogiera mucha fuerza: Que Sombra era Alejandra, la joven mejicana que podía verse en el corto animado de Soldado:76.
Buen intento, pero no. La explicación es más bien simple. El momento que se narra en el corto es el actual, con el viejo comandante siendo ya un atormentado y renegado mercenario. Y con eso se descarta completamente.
Sombra tiene 30 años de edad según la Animación de su perfil. En el corto, Soldado está ya en sus sesenta años. Si realmente Alejandra fuera Sombra, Ana, Reaper y Reinhardt tendrían 90 años en la actualidad más inmediata. Además, Sombra no tiene familia, ya que "aparentemente" murieron en la guerra y desde muy joven se dedicó a hackear. ¿No es suficiente? Pues fijaros en los ojos. Puede que sean lentillas, pero los ojos de la verdadera Sombra son violetas.
Desde luego queda claro que a Blizzard le gusta los rompecabezas, pero tendrán que tener más cuidado después de que muchos fans de los puzzles de la hacker se sintieran decepcionados al no obtener ningún tipo de recompensa por solucionar todos esos pequeños detalles que iban llegando poco a poco, ya que al final el personaje se desveló en la BlizzCon independientemente de toda esa información lanzada poco a poco.
Aunque sea una efectiva forma de crear una mitología alrededor del personaje, y se ve que hasta cierto punto ha funcionado, también genera mucho ruido y confusión. Y no hay nada peor que unas expectativas desorbitadas. La culpa, por supuesto, es del hype.