Tras la polémica que rodeaba a Tainted Minds debido a prácticas poco ortodoxas con sus jugadores y miembros del equipo, finalmente la OPL junto a Riot Oceanía han tomado cartas en el asunto y ha decidido sancionar al club con una multa de 7.000 dólares australianos.
Durante la investigación tras las acusaciones directas a Tainted Minds por parte de sus jugadores, se ha descubierto que el club violaba ciertas obligaciones contractuales con sus jugadores, con algunos retrasos a la hora de realizar los pagos en el plazo requerido, en especial entre las semanas 3 y 4 de la OPL (esto supone una multa de 5.000 dólares australianos), además de no proveer el hardware especificado (de gama alta) en los contratos con el director y entrenador del equipo (esto supone una multa de 2.000 dólares australianos), mientras que los jugadores manifestaban su malestar ante las condiciones del equipo técnico con el que entrenaban.
Pese al descontento entre la comunidad, en la que muchos pedían la expulsión inmediata de Tainted Minds de la OPL, Riot apela a que el esfuerzo por parte del club australiano por rectificar dichos problemas y cumplir con sus obligaciones a partir de ahora merece una segunda oportunidad y que durante los próximos 6 meses, cualquier violación contractual importante con sus jugadores o cualquier otro personal supondrá la expulsión de Tainted Minds de la OPL.