Si uno de los mejores jugadores de Clash Royale en toda Europa es un español hay que repetirlo mil veces y eso es lo que está demostrando Soking en su llegada a la CCGS, porque después de una espléndida segunda jornada se ha colocado como líder batiendo al actual campeón y demostrando por qué ha llegado a lo más alto.
En el enfrentamiento más esperado de la jornada entre los dos jugadores de Team Queso que ya se vieron las caras en la última final de la ESWC, el español se impuso al holandés y demostró que está en un gran momento de forma.
En la primera partida Surgical le sacó constantemente de ciclo y Soking sufrió en exceso, pero un predict final de la bola de fuego ante la horda de esbirros le hizo tumbar a su compañero de equipo gracias al globo.
Surgical empató la serie en una guerra de montapuercos muy igualada en la que defendió muy bien con tornado, pero el español se rehizo en la definitiva arriesgando desde el inicio con recolector frente a ballesta, permitiendo dos torres y buscando directamente las tres coronas con Golem, Mega Caballero y Dragón Infernal, imparable a la larga para Surgical.
El alemán Loay, que antes había ganado justo al propio Surgical en el inicio de la segunda jornada de la CCGS, no pudo siquiera sacarle una partida a Soking, que le dejó sin habla con un dominio absoluto del montapuercos.
En la primera tiró del montapuercos con mini P.E.K.K.A y Loay no supo cómo pararlos (solo esbirros para defenderlo). En la segunda Soking mareó a su rival buscando las dos torres y frenó muy bien al mega caballero rival, marcándose dos jugadas maestras con predicts de tronco ante duendes, logrando así cerrar un espectacular 4-1 en las dos primeras jornadas.
El otro jugador que se marcó una jornada perfecta fue el también 'queso' Islaw, que ganó todos sus partidos y empata en la zona alta de la clasificación junto a Soking. Peor lo llevan nombres que triunfaron en la temporada de verano, como Donkey Kong o el propio Nemsensei, este último con cinco derrotas. El francés de Team Vitality además tuvo mala suerte, porque eligió la carta baneada justo en la única partida que ganó.