Los representantes del Comité Olímpico Internacional (COI) debatieron en la sexta cumbre olímpica la posibilidad de que los eSports fueran considerados deporte. El reconocimiento como deporte abriría la puerta para que, en un futuro, los deportes electrónicos pudieran ser una prueba más de los Juegos Olímpicos.
En el comunicado emitido tras la cumbre, el COI destacaba cuatro puntos sobre los que había girado el debate:
En primer lugar, el rápido crecimiento que han experimentado los eSports tanto económicamente como en estructuras y organización, así como lo ha hecho su popularidad entre los jóvenes.
El segundo punto reconoce que las competiciones de eSports pueden ser reconocidas como equivalentes a las competiciones deportivas tradicionales. Esto se debe a la intensidad con la que los competidores se entrenan y compiten.
En tercer lugar, el COI establece como requisito indispensable que, para ser considerados deporte, el contenido de los videojuegos aspirantes no debe infringir los valores olímpicos.
Por último, también se pide como requisito la creación de una organización que vele por el cumplimiento de las reglas del Movimiento Olímpico. Un ejemplo de este tipo de organizaciones serían la FIFA (fútbol) o la FIBA (baloncesto).
Sin duda, el tercer punto de los exigidos por el COI es el que entraña más riesgos para la entrada de los eSports en el Olimpo deportivo. Si el contenido de los videojuegos debe cumplir con los valores olímpicos, quedarían fuera títulos tan importantes como League of Legends, Counter Strike o Street Fighter. Sí que podrían ser deporte FIFA, NBA 2K o Rocket League.