Desde hace cientos de años, la buena práctica en juegos de estrategia como el ajedrez siempre ha estado directamente relacionada con la inteligencia. Con esa premisa, y sobre la base de que cientos de millones de personas juegan cada día a vídeojuegos, se ha realizado un estudio que relaciona directamente el buen rendimiento en los títulos estratégicos con la cognición. En otras palabras, que aquellos jugadores que demuestran un mayor nivel suelen tener un coeficiente intelectual significativamente por encima de la media.
Así lo ha hecho saber un estudio realizado en común por los departamentos de Psicología y Ciencias Informáticas de la Universidad de Nueva York, y publicada en la revista científica multidisciplinaria de la Public Library of Science, PLOS ONE. Dicho estudio relaciona el desempeño en los MOBA con la inteligencia fluida, es decir, ser capaz de pensar y razonar de manera abstracta a la hora de resolver problemas.
Virtudes como la visualización simultánea de diferentes acciones posibles, memoria a corto plazo y la capacidad de sacrificar elementos para recompensas futuras, son elementos fundamentales para todo buen ajedrecista, pero también para los jugadores de League of Legends o DOTA2. Ya que la complejidad de los MOBA "los convierte en objetivos intrigantes para la investigación científica".
El estudio fue realizado a 56 jugadores de todo tipo y diferentes edades. Desde aquellos que no han disputado ninguna ranked a aquellos que poseen nivel Challenger, pasando por todas las divisiones desde Plata 5, para comparar los diferentes rendimientos con las habilidades cognitivas. Aquí se demostró que, al igual que la edad afecta en la inteligencia fluida, también lo hace en el rendimiento dentro de los MOBA.
Estos jugadores fueron sometidos a diferentes pruebas de inteligencia. Y aunque no todas tuvieron éxito y se encontrase relación alguna, si que se demostró que en numerosos casos, aquellos con mejor ranked solían tener unos resultados significativamente mayores en los resultados WAIS, la Escala Wechsler de Inteligencia para Adultos (16-64 años). Nada determinante, desde luego, pero si datos que llamaban la atención de estos estudios.
"Estas observaciones son importantes, pero el campo se centra en gran medida en la cuestión de si la práctica de los videojuegos genera beneficios cognitivos o perceptivos que se transfieren a otros dominios. Este enfoque se debe a que los médicos y científicos de la salud están comprensiblemente interesados en el potencial que los videojuegos pueden tener para la neurorehabilitación; los educadores y padres en los efectos a largo plazo que el juego de videojuegos puede tener en los jóvenes; y los neurocientíficos ven el entrenamiento extendido y las mediciones perceptibles que el juego de videojuego ofrece como una oportunidad para aprender más sobre campos relativamente maduros [...], si el rendimiento en los MOBAs en particular, o incluso los videojuegos en general, ofrecen una visión sólida de la función cognitiva, pueden ser utilizados para estudiar la epidemiología cognitiva a una escala masiva", concluye dicho estudio.