Valve es muy consciente de cual es uno de los principales problemas de su Shooter, Counter-Strike: Global Offensive. Los tramposos siempre han gozado de cierta impunidad en el juego y muchas veces se ha acusado a la compañía de ligereza en su lucha por el juego limpio pero parece que se han puesto serios y han preparado un ejercido de procesadores dedicados en exclusiva a detectar tramposos.
Para hacer frente a este problema, Valve ha trabajado estos dos últimos años en un sistema llamado VACnet, un sistema inteligencia artificial que analiza el comportamiento de los jugadores, aprende como se comportan los tramposos y banea de forma autónoma a los hackers basándose en criterios dinámicos.
Según los datos proporcionados por el jefe de programadores de Valve, John McDonald a PCgamers, para llevar a cabo este proyecto se ha adquirido una granja de servidores con más de 3400 CPUs (más del doble de lo necesario para el CS:GO, lo que podría indicar la llegada de nuevos proyectos) y unas increíbles especificaciones de 64 servidores Blade con 54 núcleos de CPU cada uno y 128GB de RAM por Blade.
Sin duda, ha llegado el momento de ponerse serios con el tema de las trampas en el juego de Valve. Su competencia más directa, Overwatch y PLAYERUNKNOWN'S BATTLEGROUNDS cuentan con políticas muy agresivas anti-cheats y sus olas de baneos se cuentan por millones de jugadores eliminados del juego. El CS:GO no podía quedarse atrás si quiere mantener su reinado en los shoters 18 años más.