Tras reconquistar el trono de Europa paseándose por el split de primavera en la LCS EU, un evento internacional siempre supone una prueba de fuego que en este MSI, Fnatic no ha logrado superar por méritos propios. Lo que durante la temporada eran simples errores fácilmente corregibles, los campeones de las diferentes regiones suponen un reto completamente diferente, sacando a la luz las vergüenzas del equipo.
Un primer batacazo ante RNG y Flash Wolves hacía pensar lo peor en el torneo, sin embargo esas malas actuaciones, mezcladas con un dominio perdido por errores evitables, se transformaron en un juego perfecto que ni Kingzone pudo superar. Esta buena racha le dio los suficientes buenos resultados para respirar tranquilos, aunque nuevamente esos errores se repitieron, lo que significó una derrota ante EVOS que les obligó a recurrir a un desempate donde se volvieron a transformarse para tumbar y eliminar a Liquid.
Fue entonces el reto de intentar tumbar a su bestia negra, a Royal Never Give Up y a Uzi, el eterno verdugo de Fnatic. Un duelo cuyo resultado se antoja injusto, a pesar de brillantes actuaciones como la de Xiaohu con Irelia medio, pero que no son más que el resultado de los nuevos y eternos errores que Fnatic parece no corregir. Fallos al cerrar las partidas, a no saber proponer cuando deben y blindarse en base cuando aprieta el rival, arriesgar demasiado en objetivos neutrales... en resumen, errores que un RNG aprovechó para llevarse, uno a uno, el 3-0 final de las semis que elimina a Fnatic.
Sin querer buscar responsables, pues muchos de ellos fallos se daban en decisiones grupales, el trabajo de Rekkles es uno de los más destacados en lo negativo. Su negativa a la hora de adaptarse al meta e insistir con Sivir y Tristana le ha costado el tener mucho menos impacto de lo esperado. Con algunas y salvadoras espectaculares jugadas en late, sí, pero cuando no se daban los condicionantes, la aparición del tirador solía ser escasa. Sorpresa en positivo la de Bwipo, pocos dirían que lleva dos meses compitiendo a primer nivel, pero muchas veces caía sobre sus hombros demasiada responsabilidad, que aprovechaban los rivales. Los riesgos de Broxah alternaban entre robar dos nashors y no asegurar ninguno, lo que decantó muchas partidas como las sufridas frente a RNG. Solo Caps, absoluto carro de Fnatic, luciéndose con campeones como Yasuo y Aurelion Sol, mantuvo un nivel regular que sus compañeros no supieron mantener, y que terminó sentenciando al equipo en este MSI 2018. Y es que al fin y al cabo, las sensaciones eran que se le podía haber metido mano a un RNG que estuvo lejos de desplegar un juego perfecto.