Durante largos años, el único e indiscutible rey de Twtich fue el MOBA de Riot Games, League of Legends. Sin embargo todo esto cambió hace ya seis meses, cuando Fortnite le destronó, manteniendo la corona desde entonces. Muchos pensaban que la fiebre del battle royale sería pasajera, pero lo cierto es que semana a semana, mes a mes, muy pocos le tosen al título de Epic Games. Y en esas cifras hay un protagonista claro, que no es otro que Ninja.
El ex-jugador de Halo y PUBG, alcanzó el estrellato con sus streams de Fortnite. A comienzos de febrero ya logró ser el canal individual más visto de Twitch, ayudando a que apenas unas semanas después el battle royale se posicionase como el juego más visto de la plataforma. En muy poco tiempo, streamer y juego eran todo un fenómeno, hasta conseguir que el propio Drake se le sumase en algunas partidas allá por el 14 de marzo.
Ninja y Fortnite eran sinónimo de éxito, y todo con la gran ausencia total de una escena competitiva, a excepción de espectaculares eventos de exhibición como el vivido en el E3. Ahora, con la llegada del Summer Skirmish y sus 8.000.000 de dólares en premios, las cifras no pueden hacer más que mejorar.
Con la llegada del mes de agosto, se cumplen seis meses desde que Ninja llegase a la cima de Twitch. Algo que ha celebrado con un nuevo récord, superar la locura de barrera de los 10 millones de seguidores. Todo según las cifras recogidas, como siempre, por The eSports Observer, en las que ya apenas sorprende que en esta última semana Fortnite casi multiplique por dos las cifras de League of Legends.