En los últimos años pocos títulos eran capaz de hacerle frente al casi intratable Dota 2, después de que este en 2014 desbancase a League of Legends como el líder de los Esports de mayor prize pool a lo largo del año. Pero eso fue hasta que Epic Games decidió apostar por la escena competitiva de Fortnite, multiplicando su anterior apuesta de 2018, lo que le ha valido para coronarse como el juego más lucrativo para sus jugadores en cuanto a bote de premios se refiere.
Incluyendo el casi recién terminado Winter Royale, Fortnite ha repartido la friolera cantidad de 64 millones de dólares, tal y como apuntan desde esportsearnings. Claro que se trata de un montante muy repartido entre un total de 350 torneos en el que participaron 2.273 jugadores. Más condensado que el segundo de la lista, que efectivamente es Dota 2, con un total de 46 millones en 198 torneos y sus 1.280 jugadores; siendo el gran protagonista el The International 2019 que llegó a los más de 34 millones.
Esa diferencia de reparto hace que, individualmente, el Top 5 esté formado en su totalidad por los integrantes de OG, campeones de TI9: JerAx, Ceb, Topson, N0tail y ana. Seguidos todos ellos muy de cerca por el campeón del mundo de Fortnite, Bugha, y sus tres millones de dólares ganados.
Tras los dos reyes, y manteniendo cifras similares a los de los últimos años, Counter-Strike: Global Offensive es el tercero de este podio de los Esports más lucrativos de 2019. Mientras que League of Legends cae al sexto puesto tras perder algo de prize pool durante el año. Siendo adelantado por la subida tanto de Overwatch como de PlayerUnknown's Battlegrounds.
Por último, destaca en el Top 10 Arena of Valor, el rey de los títulos móviles hasta ahora, y al menos hasta que Riot lance Wild Rift, llevando la experiencia de la Grieta a nuestro dispositivo más cercano.