En el año con más oportunidades y en el que Fnatic era el favorito más claro de las últimas finales del clásico del LoL europeo, la estampada contra G2 Esports ha sido histórica hasta ni siquiera llegar a la hora y media de juego en el imponente 3-0 que corona a los de Ocelote como reyes de Europa por séptima vez.
Siete son ya los campeonatos en la vitrina de G2 Esports para igualar los de Fnatic casi en la mitad de tiempo, un récord cíclico en el League of Legends internacional reflejado en el cambio de rol de Caps para enfrentarse a Rekkles...y ni así lo consigue el sueco.
Con un Kog'Maw-Lulu clave en la preparación del mejor de cinco, una idea brillante con un creador inesperado, Fnatic no ha sabido asentarse en la final en ningún momento, si acaso en el early del suicidio de Bwipo con el control de los dragones...pero ni así han sabido meterle mano a los samuráis.
El triple salto mortal de Fnatic para romper el early del primer mapa de la gran final de LEC ante G2 Esports estuvo bien, siempre que la intención fuera explicarle a las futuras generaciones cómo intentarlo una y otra vez hasta fracasar en el intento, sobre todo frente a un Perkz extremadamente limpio con Azir.
A ver, todo tiene una explicación. El choque frontal contra el muro no fue tal, Fnatic lo intentó por activa y por pasiva desde el primer segundo de un draft increíblemente rápido, una apuesta por el early marcada por el Lee Sin de Selfmade que supuso intentos constantes perdidos a lo largo de la grieta.
Analicemos desde el inicio, eres un Lee Sin, tienes que romper el early sobre todo cuando tienes una Lulu delante que en el mid-late te va a dejar fuera de combate en cualquier intento de teamfight y tus dos primeros intentos te dejan extremadamente mal, a partir de ahí la partida es difícil de levantar.
El primer dive en top fue una tragedia con kill en contra, el segundo de los 5 jugadores de Fnatic en bot ante Ornn y Lulu acabó con los dos primeros asesinatos del Kog'Maw de Caps...y así progresivamente hasta iniciar una y otra vez en busca de una ventaja que nunca obtuvieron.
En la distancia y marcándose ultimates perfecta, Perkz, el tapado de la final después de que el foco esté puesto en la botlane por el enfrentamiento entre Caps y Rekkles en la misma línea, primero por el debate sobre el segundo en estas semanas, después por su relación en Fnatic pero sobre todo porque el meta está centrado en el que salga más fuerte de la zona inferior.
Nada salía. Bwipo se adelantaba en la iniciación a su equipo, Jankos aparecía para hacer disengage con un Jarvan muy limpio y mientras tanto Perkz sacaba kills mientras destrozaba lentamente a Fnatic hasta hacer un Nashor tan rápido como efectivo para acabar la partida al 26, tremendo en toda una final de LEC.
¿Queda claro el primer mapa? Pues el segundo fue un calco. Fnatic se olvidó del early con el pick de Kassadin, pero cayó en los mismos errores, darle libertad a G2 hasta un Nashor imparable al 21 al que los de Mithy ni llegaron vivos. Teamfight sin opciones, Jankos una bestia otra vez con Jarvan y 24 minutos de partida, sin final, sin historia.
En el tercer mapa Bwipo demostró que no tuvo su día, repitiendo fallo tras fallo, adelantándose a su equipo en las iniciaciones e incluso muriendo 3 veces en la fase de líneas 1v1 ante Wunder, un despropósito que su equipo aguantó por momentos con el control del mapa, pero poco más. El Gragas de Selfmade fue de lo poco salvable junto al Azir de Nemesis, hasta que apareció Mikyx con los tornados de Janna y Perkz se terminó haciendo la partida con Corki.
Y en lo más alto del trono Ocelote, duchándose y pensando que esta final de LEC no tenía historia, ni principio ni final, solo era un cometido más por el que incluso valía la pena perder siempre que se pueda conseguir un bien mayor pasado el verano, conseguir los putos Worlds de League of Legends...o algo así, él lo dice con más énfasis.