Brawl Stars potencia el shippeo de Piper y Rico por San Valentín
La manera de contar historias en Brawl Stars siempre deja espacios para el romanticismo aunque sea en contadas ocasiones pero la llegada de San Valentín expone por primera vez una historia de amor como nunca se había hecho en el juego de Supercell, un cuento propio de todo buen inicio con Piper y Rico como protagonistas.
El shippeo entre dos de los personajes más carismáticos desde los inicios de Brawl Stars es una realidad trasladada desde el lore al fandom en multitud de ocasiones, pero por más guiños expuestos no había una verdadera historia detrás de esa relación como ahora se trata en la celebración de San Valentín. Y merece la pena.
El choque de humor y comedia romántica propuesto en la historia de Rico al enamorarse de una máquina expendedora es de lo más bizarro que jamás se ha hecho en Brawl Stars por todos los enlaces y metáforas incluidas en una relación de dos máquinas, pero sobre todo por el escaparate final con los últimos segundos de la animación.
El deseo incontrolable de Rico con un único sueño destrozado por Frank y la propia realidad se sustenta en la típica historia de amor imposible hasta que aparece el verdadero shippeo del juego, un vínculo con Piper que con sólo un gesto cambia por completo la percepción de la historia.
Preocuparse de valorar el juego de esta manera para crear historias que nada tienen que ver con la jugabilidad y sí con el gancho de cara a la comunidad le da valor a todo lo que se hace, sobre todo con guiños finales como el de la pantalla en partida en la que Piper y Rico destrozan a Frank en atrapagemas como venganza. Abrazar su propio universo y buscar una sonrisa, no hay más.